¡Por fin, el rescate!
Refugiados malienses en Níger son atendidos por agencias humanitarias como ACNUR. Foto:©UNHCR/H.Caux.
Estimados Frau Merkel, Sr. Barroso, Luis, Mariano:
Resulta difícil expresar el alivio que he sentido al saber del rescate. Con toda franqueza, había empezado a perder mi confianza en ustedes y en las instituciones que representan, viendo cómo dejaban caer todo lo que considero importante. Pero un rescate de la envergadura que ustedes han planteado me reconcilia con Europa y con mi Gobierno. Nada menos que 100.000 millones de euros y encima libres de condiciones... Estaba seguro de que al final no nos iban a dejar tirados.
Me imagino que en este momento estarán ya recibiendo peticiones de todo el mundo. La educación, la sanidad, los investigadores, las pensiones... ¡la cantidad de asuntos importantes que necesitan un buen rescate! Así que me van a perdonar si me pongo a la cola con mi propia lista de asuntos pendientes. Son solo un par de temas y ninguno de ellos va a salir muy caro, pero dignificarían nuestras sociedades de un modo extraordinario:
- Sería estupendo si podemos empezar dando marcha atrás el Real Decreto que deja sin sanidad a 160.000 inmigrantes irregulares, una medida que ha sido rechazada de manera abrumadora dentro y fuera de nuestras fronteras. Ustedes calcularon el ahorro en unos 240 millones de euros, así que supongo que esta es una de las fáciles.
- Igualmente importante es corregir la caída de la ayuda, al menos para que el recorte sea equivalente al de otras partidas. A un par de horas de avión de la sede central de Bankia, 14 millones de africanos se enfrentan a una de las peores crisis alimentarias de la historia y la comunidad internacional no ha comprometido ni la mitad de los recursos que necesitan las agencias humanitarias. Faltan unos 350 millones, así que ahora podremos ayudar corregir ese error, como ya están haciendo los británicos.
Salvar la vida de millones de personas por menos del 0,6% de su fondo de rescate... ¡Es un chollo! Ya habrá tiempo después para hablar delas centenares de ONG y servicios sociales públicos que se ahogan cada día haciendo frente a una pobreza rampante. Pero me pareció que con estos dos asuntos podíamos ponernos manos a la obra con rapidez.
No les entretengo más, que querrán ver el fútbol. Una vez más, gracias.
Atentamente,
Gonzalo Fanjul
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