La justicia del sistema de becas
Soy uno de tantos licenciados de 25 años, con media de sobresaliente, dominio de cinco idiomas y sin trabajo. En este contexto, tomé la salida de muchos: solicitar varias becas para estudiar un máster en el extranjero. El pesimismo se ha adueñado de mí estos últimos meses tras ver que me eran declinadas, y constatar que con los recortes el año que viene difícilmente habrá convocatorias.
Pondría en entredicho la transparencia y la justicia del sistema de becas, que ni justifican las negativas ni las adjudicaciones. En mi caso resulta frustrante. ¿Se tiene en cuenta, por ejemplo, que la universidad de la carrera sea pública, o que la persona jamás haya recibido una beca para llegar donde está? Me consta que muchos beneficiarios no necesitan una beca por su nivel económico, y que otros la usan impunemente para financiarse lujos y fiestas por Europa.
Visto lo visto, no me queda otra que hacer el petate y, con mis propios medios como siempre, buscarme la vida fuera de este país.— Roger Molins Vidal.
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