EE UU prohíbe la entrada a Pitingo

Pitingo debía actuar el pasado 9 de marzo en el Manhattan Center de Nueva York. Sin embargo, el cantante onubense tuvo que cancelar su concierto en Estados Unidos porque las autoridades le impidieron entrar en el país. La empresa promotora de los conciertos de Pitingo, 33spot, indicó en un comunicado el 7 de marzo que la Embajada le había denegado el visado pero no explicaba el motivo. Hoy The New York Times ha desvelado que el nombre real del artista, Antonio Manuel Álvarez Vélez, coincidía con el de otra persona que se encontraba entre la lista de quienes tienen prohibido volar a EE UU.

Cuando Pitingo acudió a la Embajada a recoger su visado descubrió que su pasaporte había sido retenido. Aunque no era sospechoso de terrorismo, el artista no pudo resolver a tiempo un malentendido que le acarreó pérdidas de casi 25.000 dólares (19.000 euros), según indican los agentes del artista que reclamaron una reunión urgente con el Ministerio de Cultura para que les aclarara los hechos.

"Desde la Embajada nos avisaron del problema con el nombre de Pitingo, aunque hace cuatro años él viajó a EE UU y no tuvo ningún problema", explicó 33spot a EL PAÍS por teléfono. "Facilitaron toda la documentación a las autoridades de allí pero el permiso llegó el mismo día del concierto. Tuvimos que cancelar los billetes de los músicos, el hotel... Pero esperamos actuar en Nueva York en unos dos meses",

Los trámites para la obtención de los visados para artistas extranjeros se han endurecido desde el 11-S

El de Pintingo es un caso más que ilustra las trabas que tienen los integrantes del mundo de la cultura para visitar EE UU. Los trámites y requisitos para la obtención de los visados para artistas extranjeros se han endurecido desde el 11 de septiembre de 2001. Entre 2006 y 2010, el 25% de las solicitudes de permisos de este tipo fueron denegadas por no cumplir con las nuevas exigencias, según The New York Times.

El aumento de las trabas para obtener un visado está disuadiendo a muchos grupos e intérpretes extranjeros no solo de hacer giras en EE UU, sino incluso de intentar iniciar los trámites. Lo mismo que le ocurrió a Pitingo, le sucedió al pianista de Mónica Naranjo quien no tuvo que cancelar su viaje porque consiguió sustituir a tiempo al músico.

"Es un problema cada vez más normal, no sólo con los artistas sino con los ciudadanos de a pie", señalan desde la Embajada española en Washington. "Los apellidos comunes suelen coincidir con los de delincuentes, normalmente sudamericanos, incluidos en la lista de la Administración de Seguridad del Transporte de los terroristas que no pueden volar a EE UU y aquí se tarda bastante en comprobar la verdadera identidad".

Los artistas extranjeros que quieran actuar en EE UU deben contar primero con la aprobación del Departamento de Seguridad Nacional que evalúa su solicitud inicial de visado. En el caso de que la admita, es el Departamento de Estado quien tiene que dar el visto bueno final en función de la entrevista personal realizada en la Embajada correspondiente.

Además de los trámites personales, la empresa promotora en EE UU debe garantizar por escrito, con al menos 90 días de antelación a la posible autorización del visado y después de que se hayan cerrado los contratos para las actuaciones, las credenciales artísticas de sus clientes. Esta situación crea una gran incertidumbre ya que, como en el caso de Pitingo, cabe la posibilidad de que los conciertos estén ya cerrados sin saber con seguridad si a su protagonista se le permitirá viajar al país.