El Titanic africano: Le Joola, el más reciente y mortal de los naufragios
Ahora (*) que se conmemora el centenario del hundimiento del Titanic (abril de 1912) y corren por tierra, mar y aire las imágenes impresionantes de otro trasatlántico, el Costa Concordia, cargado de turistas en crucero, que ya se ha hecho famoso por encallar sin explicación razonable en una isla italiana y minúscula, causando 17 muertos, otros tantos desaparecidos y decenas de heridos. Ahora que todos los titulares hacen triste balance y se lee y se oye repetidamente hablar del Titanic como "el mayor naufragio de la Historia"... quizá es momento de traer hasta aquí a otro más reciente, aún mayor y bastante más desconocido. El Titanic africano.
En el Titanic fueron 1.622 las personas desaparecidas, pero lamentablemente no es el mayor de la Historia. Quizá quienes así lo afirman se refieran en sus crónicas a barcos del mundo angloamericano desarrollado o concluyan tal cosa basándose en otros aspectos: la dimensión del barco y lo que representaba en su momento. Porque la mayor catástrofe marítima civil del mundo en tiempos de paz (en guerra fue el Wilhelm Gustloff, en 1945, con casi diez mil pasajeros) ocurrió en 1987, en Filipinas, cuando el MV Doña Paz fue tumba de unas 4.000 personas. Y la segunda sucedió hace nada, justo este año se cumple una década, en Senegal.
Sólo 63 personas sobrevivieron al desastre ocurrido, al parecer, por exceso de pasaje: el transbordador sólo tenía permitida una cuarta parte del que en realidad transportaba habitualmente. Y muchos perecieron por la tardanza en recibir asistencia: la ayuda de la Marina senegalesa llegó 19 horas después de la catástrofe. Aquí en España, la Revista General de Marina se hizo eco y lo contó en 2003.
Fue una conmoción para la capital del país, de donde parte este tipo de transporte con regularidad, debido además al enorme y habitual trasiego de estudiantes desde las poblaciones de Casamance hasta la universidad de Dakar.
Asociaciones de víctimas (el CCFV; Collectif de Coordination des Familles des Victimes du Joola, entre ellos el AFV Joola) se crearon a continuación para pedir investigaciones adecuadas, la recuperación del barco, el juicio a los culpables, el cobro de indemnizaciones, un censo de víctimas y un memorial etcétera... Algunas se han conseguido con el tiempo, pero otras cuestiones aún hoy están pendientes. Homicidio involuntario y falta de asistencia son los cargos que se han seguido en un tribunal francés contra altos cargos del Gobierno, la Marina y la empresa naval.
En septiembre de 2011 se presentó un documental conmemorativo, con imágenes inéditas, y contra la impunidad de los culpables, de Papa Moctar Sélane (ver debajo). Lo más impactante, los cuerpos ahogados atrapados en el interior. Muchos, como se ha dicho, nunca fueron rescatados ni recuperados.
El caso sigue vivo en Francia (he aquí también, abajo, un vídeo de manifestaciones allí), pero desgraciadamente mucho menos de lo deseado en Senegal, donde las familias de las víctimas se han dado una y otra vez de cabezazos contra el muro de indiferencia de los políticos.
Algunos de los cargos y autoridades presuntamente implicados en la catástrofe han pedido la nulidad del proceso abierto en Francia (el tribunal se pronunciará al respecto el 7 de mayo próximo). Pero el tema sigue flotando en el aire aquí y allá entre la sociedad senegalesa y es tema común en boca de muchos de sus músicos, que han cantado a menudo sobre la tragedia.
Los programas documentales y especiales abundaron en los medios, como este de radio, de Inter France, con dossier completo sobre el tema y la siguiente película de mediometraje para televisión, con numerosas entrevistas a los familiares de los desaparecidos, a los que lo único que les queda es pedir Justicia y atención.
(*) Este post es una actualización del que publiqué el 15 de enero pasado en mi blog Off Broadway
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