El sexismo lingüístico y la RAE
El informe Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer señala que las guías estudiadas contravienen las normas de la RAE. Si estas normas se basan en el propio uso del lenguaje —el uso genérico del masculino para designar los dos sexos está muy asentado en el sistema gramatical—, cabría entender que como sociedad decidamos forzar un uso que acordemos más apropiado y deseable. Así, no porque haya tan pocas mujeres académicas debemos asumir ese bajísimo porcentaje como una norma a cumplir.
El informe tampoco parece tener en cuenta otros estudios y disciplinas que sustentan las políticas de promoción de la igualdad y lucha contra la discriminación, entre las que se incluyen medidas como la de promover el uso de un lenguaje no sexista.
Reconociendo la naturaleza polémica de estas acciones positivas, algunas investigaciones recientes han desviado la atención al estudio de las resistencias, personales e institucionales, que estas medidas provocan. Por eso, después de una primera reacción de enfado y cansancio, quiero aquí agradecer profundamente al señor Bosque y a la RAE la oportunidad de estudiar un caso tan claro de resistencia institucional que sin duda alguna nos ayudará a entender mejor los inevitables escollos por los que una sociedad se encuentra en su avance hacia un modelo más justo.— María Bustelo Ruesta.
