Juez Garzón

Como abogados y académicos de derechos humanos del mundo anglosajón, expresamos nuestra profunda preocupación por la reciente decisión del Tribunal Supremo de inhabilitar al juez Baltasar Garzón por 11 años. Hemos admirado siempre a este jurista valiente, que ha hecho avanzar como nadie la Justicia Universal y con un rigor jurídico incuestionable. Conociendo su pasión por la justicia, nos parece inconcebible que el Supremo haya considerado que el juez Garzón dictó a sabiendas una resolución judicial injusta: la interpretación de la legislación autorizando las escuchas hecha por Garzón es compartida por parte de la doctrina, la jurisprudencia de la Corte Europea de los Derechos Humanos y resoluciones de tribunales españoles.

La aceptación a trámite por parte del Supremo de tres querellas distintas en su contra en muy poco tiempo (una por haberse declarado competente para investigar al franquismo), la sorprendente unanimidad en la sentencia del caso Gürtel, la innecesariamente dura condena de facto expulsándole de la carrera judicial, son factores todos ellos que nos impiden no preguntarnos si el juez Garzón no habrá sido objeto de un acoso judicial sin precedentes en la Europa contemporánea.

La suya es una gran pérdida no sólo para España sino también para todo el sistema de Justicia internacional. Estamos convencidos que demostrará su inocencia delante del Constitucional o, si fuera necesario, en Estrasburgo. Desde aquí expresamos nuestra solidaridad y admiración por un juez que siempre ha aplicado la Ley sin temor ni favor a nadie, haciendo avanzar el Derecho Internacional de los Derechos Humanos.— Albert Llussà y 28 abogados/académicos de derechos humanos de Irlanda, Reino Unido, Estados Unidos y Sudáfrica.