La muerte de Natalie Wood fue un accidente
La nueva investigación sobre la muerte de la actriz mantiene la tesis inicial
La nueva investigación sobre la muerte de la actriz Natalie Wood confirma la tesis de que fue un accidente, tal y como determinaron las autoridades tras su ahogamiento en 1981, publicó ayer en su web el diario Los Angeles Times.
El fallecimiento de Wood volvió a la actualidad el pasado mes de noviembre cuando la Policía de Los Ángeles decidió estudiar de nuevo lo ocurrido a la protagonista de West Side Stor después de que llegó a sus manos información "fiable" y "creíble" de "varias fuentes" que planteaba nuevos interrogantes.
Según comentó el detective jefe del condado, William McSweeney, al periódico californiano, las semanas de entrevistas y trabajo de análisis no han arrojado evidencias de que la muerte de Wood se tratara de un homicidio. "En este momento, es una muerte accidental", aseguró McSweeney, quien apuntó que la investigación aún seguía en marcha para esclarecer definitivmente los hechos pero dudó también de que esas pesquisas fueran a deparar una conclusión distinta a la del accidente.
El cuerpo sin vida de la actriz fue hallado flotando en el Pacífico, frente a la costa angelina, el 29 de noviembre de 1981, cuando la actriz tenía 43 años. La investigación en su momento determinó que Wood, después de haber bebido en exceso y de una discusión con su pareja, Robert Wagner, quiso dejar el yate en el que se encontraba. Intentó subirse en un bote de goma pero se cayó al agua y se ahogó, puesto que no sabía nadar. En un libro publicado en 2009, el capitán del yate Dennis Davern acusó a Wagner de ser "responsable" del final de Wood.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.