"Nuestra máxima prioridad era el bebé ya que no se podía hacer nada por la madre"
La médico del Samur-Protección Civil que práctico ayer una cesárea a la mujer fallecida de un disparo en una iglesia ha explicado que tomó la decisión "en un segundo" y que sabía hacer la técnica por sus 20 años de experiencia
La médico del Samur-Protección Civil que práctico ayer una cesárea a la mujer fallecida de un disparo en una iglesia ha explicado esta mañana que tuvo que tomar la decisión "en un segundo". Ceferina Cuesta afirma que "había que tardar lo menos posible en extraer al bebé para que sufriera el menor daño". La madre se encontraba en parada cardiorrespiratoria y, finalmente, falleció. El recién nacido salvó la vida y ahora se encuentra en observación en el hospital de La Paz. "Nuestra máxima prioridad era el bebé ya que no se podía hacer nada por la madre", ha declarado.
La familia no ha autorizado al centro hospitalario para comunicar el estado del bebé. Los médicos averiguan si ha sufrido daños cerebrales porque nació en parada cardiorrespiratoria y no se sabe cuánto tiempo permaneció sin oxígeno, según lo que ha contado la médico que decidió practicar la cesárea en el lugar del suceso.
La médico ha llegado a la protesta que habían convocado los interinos para solicitar la especialidad de médico de Urgencias al Ministerio de Sanidad entre aplausos y vítores. Sus compañeros han definido como "una gran profesional" a esta mujer de 47 años que ocupa el cargo de médico jefe de guardia del Samur. Asediada por los medios, Cuesta ha contado cómo fue el momento en el que se internó en la iglesia: "Era un escenario dantesco. Tres personas heridas por arma de fuego en una iglesia, una de ellas una mujer embarazada a término de 36 años", ha explicado.
La sanitaria ha reconocido que no es muy habitual realizar este tipo de operaciones fuera del hospital pero ha dicho que el equipo del Samur está "acostumbrado a trabajar en la calle". La cesárea se llevó a cabo entre los últimos bancos de la iglesia de Santa María del Pinar, en el barrio de Pinar de Chamartín. Cuando los servicios de emergencias llegaron a la parroquia de la calle Jazmín, en el distrito de Ciudad Lineal, se encontraron con una mujer de 36 años que no respiraba, un hombre de 34 años muerto de un disparo y otra mujer herida, de 52 años, en estado estable que estaba siendo atendida.
"Nos dedicamos a la embarazada porque los psicólogos que habían atendido a los familiares de la mujer nos dijeron que llevaba 40 semanas en estado y salía de cuentas este fin de semana", explica Cuesta. Al extraer al bebé, vieron que se encontraba sin pulso y le practicaron la reanimación cardiorrespiratoria. Le consiguieron recuperar y fue trasladado en estado crítico en una incubadora para neonatos al hospital. "No sabemos el tiempo que estuvo en parada pero sí sabemos que la mujer fue atendida desde el primer momento por un policía municipal y eso redujo mucho el tiempo que el bebé estuvo sin oxígeno", detalla la médico del Samur.
"Fue algo muy rápido, una cesárea de urgencia, coger el bisturí, abrir y sacar al niño cuanto antes", ha resumido Cuesta. Fue, según la médico, una "situación muy límite. Tomas una decisión en cuestión de segundos pero es por salvar la vida de ese niño". No hubo momento para pensar en la madre o en el niño, ya que, aunque al principio se intentó salvar a los dos, la madre no tardó en fallecer. "Lo primero que pensé es que, al ser un niño a término, debía ser un niño sano. Barajando todas las posibilidades, había que intentarlo", ha dicho la doctora. "Se estuvo diez minutos intentando reanimarla, pero cuando se vio que no se podía salvar a la madre, se le practicó la cesárea. La técnica no es complicada y más en una persona fallecida. Temimos por el bebé, porque la madre estaba en parada", ha comentado.
Cuesta ha destacado la importancia de una formación en medicina de Urgencias y de su incorporación como especialidad, para poder solventar casos como el de anoche. "Para ser médico de urgencias tienes que estar formado como cualquier otra especialidad. Llevo 20 años en la calle, y por eso tenía experiencia en hacer cesáreas. Pero si no hubiese tenido esa experiencia no habría sabido hacer la técnica", explica la doctora, que admite que si el médico hubiese sido alguien sin esa formación específica, el niño podría no haberse salvado.
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ha asegurado que propondrá al Pleno municipal del próximo mes de octubre galardonar con la Medalla al Mérito Social a la doctora que dirigió la operación sanitaria.
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