Otros arquitectos 1
Peridis: “La arquitectura ayuda a conocer los entresijos de la sociedad”
La arquitectura tiene vida más allá de la obra y más allá de los planos. Cada vez son más los arquitectos que no se ganan la vida de acuerdo con la tradición de la profesión. Iniciamos una serie de “otros arquitectos” en la que proyectistas con ocupaciones atípicas cuentan cómo y por qué llegaron hasta su actual dedicación.
Al arquitecto José María Pérez-González, Peridis, (Cabezón de Liébana, 1941) en la mili le llamaban “El cabo caricaturas”. Y así tituló el primer tomo de su autobiografía el humorista que firma a diario una tira política en El País. Luz cenital es la segunda parte de esas memorias. Y en ella se explica mejor su visión como arquitecto.
Y es que uno de los humoristas más sagaces de la prensa española de hoy, Peridis, se hizo arquitecto para ganarse mejor la vida. Pero ha terminado disfrutando tanto de los edificios como del comentario político que logra con sus caricaturas. Peridis también se implicó en la manera de entender la arquitectura. Su doble vida profesional se triplica con las escuelas taller para la rehabilitación del patrimonio con jóvenes desempleados que promueve desde hace años. Y hay más. Peridis está inmerso en la realización de la Enciclopedia del Románico de la Península Ibérica “un proyecto de 60 volúmenes” y en una serie de televisión, Luz y Misterio de las Catedrales, en la que trabaja hoy.
¿Cómo y por qué decidió no dedicarse a la arquitectura plenamente? Me he dedicado a la arquitectura plenamente desde que acabé la carrera en 1969. Cuando comencé a publicar tiras cómicas en Informaciones en el año 1973 tenía estudio de arquitectura y ejercía de arquitecto y he compatibilizado perfectamente las dos actividades.
¿Qué había hecho hasta entonces? Nunca he dejado de hacer caricaturas desde los 13 años. Publiqué algunas en el Diario Palentino. Durante la carrera también en el Diario SP saqué, durante dos o tres meses, unos collages en color con caricaturas de Ullastres, Castiella, etc.
¿Cómo compatibiliza sus dos trabajos: el de humorista y el de arquitecto?Rehabilito y restauro edificios, pero también he realizado de nueva planta: viviendas, residencias, teatros o bibliotecas. Para poder compatibilizar los dos trabajos me propuse hacer dibujos sencillos, de trazo lineal y fáciles de ejecutar o corregir, de modo que el acto de dibujar fuera lo más breve posible. Así pues, cuando tengo información del tema elegido pongo a trabajar a mi “negro” que es el inconsciente y la idea nace a su debido tiempo sin forceps ni cesárea, con parto sin dolor.
¿Se gana bien la vida? No me puedo quejar.
¿De cual de sus dos profesiones vive fundamentalmente? Ambas se ayudan mutuamente. El ejercicio de la arquitectura obliga a conocer los entresijos de la sociedad, no sólo por los distintos ámbitos y lugares en que se ejerce, también por las personas e instituciones con que se trata, por los sectores en los que se actúa y por lo mucho que se viaja. Todo ello proporciona unos conocimientos de primera mano de la realidad social y política que son de gran utilidad para formarse una opinión contrastada de la situación real de nuestro país.
Por otra parte desde hace cuarenta años he dedicado mucho tiempo y esfuerzo a la promoción social, en asociaciones y fundaciones culturales. Por ejemplo promoviendo las escuelas taller para la rehabilitación del patrimonio con jóvenes desempleados. O impulsando la promoción del Arte Románico con la creación del Centro de Estudios del Románico-Fundación Santa María la Real.
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