Condena de 400.000 euros al Sermas por confundir un tumor cerebral con migrañas

Cuatro años tardó el Servicio Madrileño de Salud en darse cuenta de que los dolores de cabeza, vómitos, vértigos y caídas bruscas de una chica de 16 años entonces no eran migrañas sino un tumor cerebral. Desde 2003 hasta 2007. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha condenado al Sermas, por un retraso "injustificado" en el diagnóstico, a indemnizar a la joven -que ahora tiene 24 años- con 437.000 euros.

Acompañada por su madre y el abogado del Defensor del Paciente que ha llevado el caso, la joven ha explicado esta mañana en rueda de prensa que durante cuatro años fue atendida en urgencias del Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares en numerosas ocasiones y por traumatólogos u otorrinos que le mandaban medicamentos para las migrañas y ejercicios de rehabilitación para las cervicales.

La situación de Silvia empeoró y en 2007 decidieron hacerle un TAC por primera vez. La prueba de diagnóstico por imagen descubrió una inmensa tumoración, de la que fue operada con urgencia, que le dejó graves secuelas en el habla, la vista, la movilidad y en la ingesta de alimentos. La chica se encuentra todavía en rehabilitación y tiene reconocida una minusvalía del 85%.

La sentencia de la Sección Octava de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJM atribuye a la Comunidad de Madrid la responsabilidad de las secuelas de la joven y concluye que "el retraso fue importante", ya que "los indicios de tumor ya se podían apreciar años antes de su diagnóstico". El Gobierno regional ha decidido, no obstante, recurrir la resolución.

Según la sentencia, la víctima había padecido desde pequeña una larga historia de cefaleas que fueron atratadas como migrañas. Ningún neurólogo la había tratado hasta el 15 de agosto de 2007 cuando por insistencia de su madre se el práctico el TAC y se le diagnosticó un tumor cerebral de fosa posterior.

"Es una sentencia absolutamente justa. LLevaba años yendo al hospital y no hicieron nada. Cuando lo hicieron ya era tarde. Se podría haber evitado", ha subrayado Silvia. "Pasé de una vida normal a tener que depender siempre de alguien. No puedo hacer nada sola. Dejé de estudiar, aunque quizá lo retome cuando esté mejor", ha indicado.

La presidenta del Defensor del Paciente, Carmen Flores, ha aclarado que el error no ha sido de los médicos sino del "sistema sanitario madrileño" y ha criticado la decisión de la Comunidad de recurrir la resolución: "Una de las barbaridades más de la Sanidad madrileña".