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Blogs / Cultura
Del tirador a la ciudad
Coordinado por Anatxu Zabalbeascoa

¿Faltan ideas o sobran productos?

Anatxu Zabalbeascoa

    De arriba a abajo: taburetes de Michael Sodeau (Modus), Jean Prouvé (Vitra) y Jean Prouvé (Vitra)

Por favor, observen estos taburetes. ¿Les parecen hermanos? ¿Primos hermanos? ¿Parientes cercanos? Parece que el mundo del diseño, lejos de reducir su producción en una época de crisis y replanteamientos, reduce sus ideas y aumenta su descaro. Ya no solo copian las empresas de segunda fila, las que basan su negocio en esperar a que inventen otros para rebajar calidad y precio con su oferta. Por lo visto, los que copian, se inspiran o se contagian ahora son las grandes. Los empresarios gigantes y las estrellas empiezan a acumular demasiadas piezas con parecidos muy poco razonables. ¿Es está la reacción del diseño a la crisis?

La última feria del mueble de Milán ofrecía viajes (visuales) en el tiempo. Una entraba en el stand que la empresa británica Modus había montado en la zona de Tortona para darse de bruces con un clásico del diseño, el taburete que Jean Prouvé diseñó en la década de los cincuenta y hoy produce Vitra.

¿Qué hace este aquí? ¿Cómo puede figurar entre las novedades de esta empresa inglesa con once años de vida? ¿Servirá tal vez para sentar a las azafatas? Qué raro que no las sienten en productos de su propia empresa, se decía una.

-Disculpe, ¿de quién son esos taburetes?

-Los firma Michael Sodeau (1969), un graduado en Central Saint Martins, un tipo que ha pasado de joven promesa a valor seguro del diseño inglés ideando productos para Gervasoni, Isokon o la tradicional ceramista Wedgwood.

No había más que decir. Si acaso, pedir la foto para este post.

Con todo, el valor seguro británico no estaba solo en la búsqueda de inspiración en el trabajo ajeno. Hay quien no rebusca tanto en la historia como en el presente y quien, tal vez con el ánimo de no copiar a nadie, termina por autoparodiarse. Les sucede con frecuencia a los hermanos Campana, que estiran una idea de los fruteros a los percheros para satisfacer la demanda de sus diversos productores. Pero este año les ha pasado también a los hermanos Bouroullec, dos de las cabezas más activas del diseño actual. Y con ellos se han visto salpicadas las empresas que producen sus diseños: los colosos Vitra y Cappellini.

 Retrocedamos en la historia. Hace apenas cuatro años Vitra presentó el nuevo sofá de los hermanos Bouroullec. Se llama Alcove porque puede aislar físicamente, como si quien se sienta en él se metiera en una alcoba. De respaldo extra alto, pero con diversos tamaños y alturas, el sofá se sostiene con una estructura metálica que sujeta telas tensadas y acolchadas y sirve tanto para los ambientes diáfanos de la oficina actual (carentes, por lo general de intimidad) como para la vida doméstica, en versión más rebajada y reducida. El sofá Alcove dio en el blanco, detectó un problema e hizo historia en la pequeña historia del diseño. Con todo, su productor cada año lo pone al día revisándole las prestaciones, los tamaños y las tapicerías.

Este año, los Bouroullec han sacado a paseo a un mellizo del Alcove, pero esta vez en territorio Cappellini. El nuevo sofá se llama Basket y sí, recuerda a una cesta. También a una alcoba. Rolf Fehlbaum, el presidente y dueño de Vitra, ve con nostalgia la época en la que las empresas podían adquirir compromisos de exclusividad con los diseñadores y el mundo estaba menos obsesionado con producir y más ocupado en decidir qué producir. El asunto excede las consideraciones éticas, pero deja inquietantes preguntas sobre la mesa. ¿Les conviene a los diseñadores y a los productores presentar muchos productos o reunir esfuerzo e inversión en unos pocos? Las respuestas que llegan desde Milán parecen tener poca fe en el diseño tradicional. Tras lo visto allí queda claro que diseñadores y productores de primera fila ven más fácil elegir cantidad que calidad. Cuesta talento, ingenio y esfuerzo llegar a diseñar un clásico. Y parece que los grandes de nuestro tiempo no están siempre por esa labor.

 

Alcove de los hermanos Bouroullec (Vitra)

Basket_scontornato verde 
Basket de los Bouroullec (Cappellini)

Comentarios

Las dos opciones de tu titular son ciertas. Por fin se empieza a señalar con el dedo el fraude de algunos productores y diseñadores endiosados. No se han dado cuenta todavía (o se resisten a hacerlo) que el mundo ha cambiado, se acabaron los fuegos de artificio y los precios imposibles. El buen diseño sólo será aquel honesto, funcional, alcanzable y, por supuesto, bello. Felicidades por el blog Anatxu!
Los diseñadores están cada vez mas tendiendo a lo irrelevante y dejando la profesión a la altura de los gadgets que "inventan"...Cada vez mas superficiales, faltos de raíz e intrascendentes. Diría que están cada vez más cercanos a la feria que a la necesidad de un producto y una necesidad reales.
La crisis será ese gran filtro de ideas y diseñadores que hacia falta ya que mas que nunca es necesario que la creatividad y la innovación marquen las tendencias y necesidades reales del futuro usuario. Solo los diseñadores del mundo real saldrán adelante y las fantasías se irán esfumando. Tenemos mucho que aprender del concepto nordico del diseño y desarrollo de nuevos productos, basados en la colectividad y revisión de lo mas cercano. DISEÑO REAL YA !
como diseñador, me parece una pena ver como los "grandes" ya pasan de pensar, pues su nombre ya es suficiente para que las firmas les contraten y tengan exitos de ventas.. una pena que no se vea reflejada en éstos el dicho "la crisis agudiza el ingenio".. por suerte hay muchos "pequeños" tratando de abrirse paso con originalidad y creatividad. Os animo a escribir sobre eso. Saludos
La culpa no es de los diseñadores, somos los consumidores cada vez más marquistas y apreciamos el nombre del diseñador en detrimento de la funcionalidad del diseño.Esto se resuelve con RSE de los fabricantes, primando la funcionalidad frente al glamour del nombre del diseñador y las promociones de sus proyectos. No olvidemos que el diseño es un intangible que añade valor a los productos, con un peso creciente en los mercados. Oteiza lo decía: la función precede a la forma.
Estamos creando un nuevo grupo politico llamado formacion centrista humanitaria española dispuesta a trabajar por todos y con todos por una mayor igualdad y bienestar. Estamos en twiter como @fec18 el correo es josecarlosroble@hotmail.es. Conocenos y unete a nosotros por el cambio de esot politicos que solo miran por beneficiarse cada vez ma y eso ya se acabo
Milán 2011 creo que puede ser un buen punto de inflexión para el cambio de actitud de las empresas vs los diseñadores. Las vacas sagradas, que se copian y se reiteran ellos mismos, ya no son garantía de nada. Ha explotado quizás la burbuja del diseño industrial. Lo reflejaba en la siguiente reflexión, por si es vuestro interés. http://g3n.eu/T10 Muchas gracias!!Saludos
Hay algunas cosas que, la verdad sea dicha, no hace falta diseñarlas más. No me extraña que copien a Prouvé. Él ya logró la perfección hace sesenta años. El problema es que él no diseñó esos taburetes o sillas para que fueran piezas de lujo sinó mobiliario en serie, barato y bien hecho.
Es fundamental realizar muebles con un buen diseño, pero sobre todo funcionales, que nos ayuden a consguir una mayor confortabilidad y sacarles el mayor provecho. Saludos.
Adoro los diseños que verdaderamente son funcionales y se ajusten en calidad/precio a la realidad. Se debe poner esfuerzos en que los materiales sean duraderos en el tiempo. La fama llegará a su tiempo...

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