10 días sin Austin
La amiga del joven que hace de portavoz explica que la familia cree que el joven estadounidense, que desapareció en el 26 de febrero, sigue vivo pero está desorientado
Han pegado carteles con su fotografía por toda la ciudad, han aparecido en periódicos y televisiones, han hablado con indigentes y toxicómanos, han buscado hasta debajo de las piedras... Los familiares de Austin Taylor Bice, el joven estadounidense desaparecido hace 10 días en Madrid, están convencidos de que está vivo. "Pensamos que está desorientado, como al principio", asegura María García, una de las tres chicas que han organizado todo para buscar al estudiante de intercambio desde el viernes 25 de febrero, cuando salió de fiesta y desapareció antes de llegar a casa. Ninguna de ellas estaba con Bice la noche en la que se esfumó. La última persona en verle fue el australiano Alexander Fleming, uno de los cuatro amigos que estuvieron tomando algo con él antes de ir a la discoteca La Riviera. La Jefatura Superior de Policía se limita a confirmar que continúa la búsqueda y que no hay novedades y justifica su silencio en que no quiere entorpecer la investigación.
Los porteros de la sala, que se encuentra pegada al río Manzanares, no dejaron pasar al estadounidense debido porque estaba "un poco borracho" y Fleming esperó con él hasta que decidió marcharse a dormir. A partir de ahí no se ha vuelto a saber nada de Austin Taylor Bice. Es la versión que desde el primer día explica la casera y compañera de piso del desaparecido, Kiara Costa, según lo que le contaron los amigos que estaba con él esa noche.
"Tememos que Austin no tenga uso de sus facultades
Hay varias hipótesis sobre la desaparición de Austin Taylor Bice. La familia baraja la posibilidad de que le haya secuestrado, de que se encuentre bajo los efectos de la droga o de que se haya marchado de viaje sin avisar. Incluso que haya tenido algún percance con alguno de sus compañeros de piso o amigos. Pero ninguna de ellas parece cuadrar con los hechos, según ha aclarado Juan Gabriel Paredes, primo político del estudiante de intercambio desaparecido desde hace 10 días. Ninguna de las opciones que tanto la familia como la Policía están estudiando parece viable porque no se ha recibido ninguna petición de rescate ni ninguna prueba de vida hasta el momento. "Me encantaría que me llamaran pidiendo dinero a cambio de Austin", comentaba con resignación.
La opción del viaje improvisado y sin avisar o de la adicción a las drogas, tal y como ha señalado la madre del californiano de 22 años en una entrevista ala televisión de San Diego, California KGTV-TV el domingo, tampoco parece factible pues no ha habido movimiento alguno en la cuenta corriente de Bice ni se han usado sus tarjetas, tal y como ha confirmado Paredes. "Tememos que Austin no tenga uso de sus facultades porque le hayan pegado o drogado", ha explicado el marido de una de las primas de Austin Bice. Tampoco sería un comportamiento propio de un joven, como dice la familia, que "hace deporte, no fuma y no tiene antecedentes de dependencia a las drogas o al alcohol".
La Policía ha informado a la familia de que "es un caso muy extraño", señala el primo. Ni el padre, Larry Bice, ni el resto de familiares desplazados a España desde San Diego, ni los amigos y compañeros de piso que conocían a Austin Taylor Bice pierden la esperanza. Por eso, van a seguir como hasta ahora:pegando carteles enlas calles de Madrid con la foto del chico y dos teléfonos de contacto. "La Policía nos dice que sigamos. Encontrarle depende de la ciudadanía", remarca Paredes. Ahora bien, piden a los madrileños que si ven a alguien que se parezca al estudiante de la universidad Carlos III llamen inmediantamente a la Policía o al teléfono de Emergencias 112. "Ellos tienen ya todos los datos", explica. Hasta el momento, han recibido llamadas de personas que creen haberle visto "hace dos días, o en una esquina, o con unos vaqueros". Las pistas recibidas hasta el momento no han sido "efectivas", según Paredes quien pide "a quien vea a Austin, que le detenga o, si le da miedo, que le siga".
El rastreo por el río, sin resultados
La Policía ha rastreado parte del río por si se hubiera caído y, según un familiar del californiano, de 22 años, también han rastreado las llamadas. Austin Taylor Bice llevaba la noche que desapareció dos teléfonos móviles: un iphone que trajo consigo de EE UU y que aún daba señala horas después dbae que se le viera por última vez, y otro terminal que compró cuando llego a Madrid a estudiar. Ninguno de los dos responde a las llamadas desde el sábado 26 de febrero. Están apagados o fuera de cobertura. El estudiante de intercambio, que llegó a la universidad Carlos III a mediados de enero, tampoco ha utilizado su email escolar desde el viernes a las 16.30 ni sus tarjetas de crédito, según ha confirmado Larry Bice, su padre, que llegó el miércoles a Madrid para buscar a su hijo.
A las diez de la mañana del miércoles aterrizó su avión y comenzó un periplo de visitas a la embajada, a la universidad y a la casa del chico para reconstruir la historia en la que su hijo menor se va de San Diego a Madrid para completar sus estudios de Finanzas y ahora está desaparecido. Su cara refleja la impotencia de no saber dónde está Austin y de no manejarse en español para ayudar más en la búsqueda. Se pasa el día escuchando a otros hablar de su hijo. La Policía, la universidad y los periodistas mencionan a su alrededor el nombre de Austin sin que él entienda lo que dicen, a pesar de que Tamara, una de las compañeras de clase del joven desaparecido, hace las veces de traductora. Le tiemblan las manos y alterna ojos llorosos con media sonrisa cuando se le pregunta cómo era el joven antes de dejar la San Diego State University.
"Estuvo ahorrando tres años desde que supo que terminaría sus estudios en Madrid", explica Larry Bice. Era la primera vez que salía del país y, hasta el momento de partir, vivía en un apartamento solo, "como todos los jóvenes", a 50 kilómetros de la casa de sus padres. "Hablábamos dos veces por semana y decía que estaba disfrutando mucho", asegura el padre, que ya no está solo. Algunos familiares más han llegado desde EE UU para colaborar en la búsqueda. Este fin de semana, se ha incorporado justo a tiempo para una batida por la Casa de Campo Juan Gabriel Paredes, casado con la prima del desaparecido. El sí habla español. También han viajado a la capital española el cuñado de Austin Bice y algunos amigos de los padres. Se han dedicado a recorrer la ciudad preguntando por el californiano en edificios abandonados o zonas techadas donde el joven haya podido resguardarse estos días. Ayer estuvieron repartiendo carteles en el Rastro de Madrid. "La familia está cada día más inquieta", apunta García. Ya el jueves pasado Bice padre contaba que le resultaba "más fácil estar aquí que en San Diego". En California no podían hacer nada y tenían que esperar a que el padre les informase de las novedades.
El jueves tuvieron que acudir a comisaría para reconocer a un joven en una grabación de una cámara de metro que se parecía a Austin Taylor Bice. Finalmente no era él. "Aunque no nos dan detalles de la investigación, mantenemos contacto diario con la Policía", aclara María García. El teléfono que aparece en los carteles ha empezado a recibir llamadas de personas que aseguran haberle visto. Hasta el momento, ninguna ha sido decisiva o eso es lo que dice la familia para no entorpecer la búsqueda policial.
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