Lissavetzky se quedaría como líder de la oposición cuatro años

"El principal problema es el paro, me gustaría que Madrid se convirtiera en la campeona de la creación de empleo y no de la deuda", ha declarado esta mañana el candidato a la Alcaldía de la capital, Jaime Lissavetzky. Combatir las cifras de desempleo sería una de sus primeras medidas como alcalde si ganase las elecciones municipales del próximo 22 de mayo,, ha anunciado en una entrevista en el programa Los desayunos de Televisión Española. No obstante, el candidato socialista reconoce que necesita "peso social para ganar a don Alberto". Si no consiguiera vencer a Gallardón, ha dado su "palabra de honor" de que no dejará su puesto como cabeza de lista del Partido Socialista de Madrid (PSM) en el Ayuntamiento y permanecerá cuatro años como líder de la oposición.

Lissavetzky ha reclamado su "derecho a ser candidato" porque se lo ha "ganado" en primarias buscando las firmas y recabando apoyos en las agrupaciones, aunque no hubiese otro candidato socialista que le hiciera frente. Ha recordado entonces que los aspirantes a alcalde en poblaciones que tienen más de 50.000 habitantes tienen que estar de acuerdo con la lista que presente su partido para las elecciones, contestando así a la pregunta de la periodista sobre el rifirrafe que protagonizó con el secretario general del PSM, Tomás Gómez, cuando se publicó la lista para el Ayuntamiento el pasado 8 de febrero. Lissavetzky inició un "debate" en su partido porque "quería abrir esas listas" y reforzar ciertas áreas como cultura y urbanismo para. Finalmente llegó a un acuerdo con Tomás Gómez e incluyó en la lista a "una editora y a un catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid".

Lo que Gallardón ha hecho mal

El candidato a la Alcaldía ha zanjado las dudas sobre su enfrentamiento con el número uno de los socialistas madrileños, asegurando que su relación con Tomás Gómez es "buena, fluida y de colaboración absoluta". Ha reconocido, no obstante, que él mismo no se "gustaba cuando salía en los periódicos esos tres o cuatro días en los que hubo esa diferencia".

Lissavetzky ha criticado, además, la gestión del alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, por generar "una deuda terrible que ha hecho asfixiar la financiación de los servicios públicos". A pesar de que querer una campaña electoral "limpia" y reconocer la buena relación personal que mantiene con el líder del PP en el Ayuntamiento, ha destacado como problemas de la capital los "500 millones que ha costado el palacio de Cibeles", "los problemas de los barrios" y del "aire contaminado".