Arquitectura de pastelería


El 25 de febrero del año que empieza mañana se estrenará la película Chico&Rita (ver trailer) en la que Mariscal y Fernando Trueba han tejido una espléndida historia de amor y destino para explicar la embriaguez del jazz y el despertar de los sueños.
El jazz es el protagonista magnífico de esta historia, con Bebo Valdés como homenajeado y como banda sonora junto a Estrella Morente, y con Cuba como esperanza. Pero más allá de la lucidez y la madurez de demostrar que el cine sirve para eso, para recuperar lo que añoras no haber conocido, la película es un viaje arquitectónico en el que uno se relame desde la butaca: un auténtico banquete para los sentidos. Los dibujos del Estudio Mariscal ilustran con generosidad cómo el mejor momento del jazz fue también el de la arquitectura moderna más sobresaliente.
Lezama Lima escribió: “El Malecón es la visión memorable de La Habana y sus barrios las infinitas variantes sinfónicas”. Fueron muchos los arquitectos cubanos que, lejos de copiar a los maestros internacionales digirieron la modernidad para redibujarla tropical, ecléctica, fresca, optimista y propia. En La Habana de los años cuarenta a los cincuenta fueron muchos los edificios que hablaron. Pero también lo hicieron las marquesinas de los hoteles y el muralismo de los bares más modestos. La arquitectura de galerías y porches mezclando espacios privados con la ciudad pública respira naturalidad y ofrece un modelo urbano que, con más realismo que nostalgia, deberíamos reconsiderar.
Una Nueva York fría y elegante, con el decó todavía reciente, con un colorido más de destellos que de tono urbano y con los barrios ya dibujados es la ciudad glamourosa, el escenario del triunfo, del poder y de las diferencias económicas. Pero también el viaje cubano es de ida y vuelta. Antes de la revolución, durante esta y tras años de gobierno comunista. La decrepitud del sistema coincide con la vejez de los personajes y con la decadencia de la arquitectura de la ciudad. Y Javier Mariscal lo cuenta sin decir nada. El diseñador ha escrutado la mejor Habana para narrarla con lápices de colores. Esta es una de las pocas ocasiones en las que la arquitectura no está aislada en el cine. Al contrario, participa de la película determinándola pero sin necesidad de protagonizarla. Por eso la arquitectura de Mariscal es narrativa, explica y emociona con dulzura pero sin empalagar. Más sensual que cerebral, evoca mucho de lo que esta podría tratar de recuperar.
Comentarios
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Mel Gibson y Rosalind Ross se separan tras nueve años de relación y un hijo en común
China impondrá aranceles adicionales del 55% al vacuno importado desde el 1 de enero
El número 2 del Govern de Cataluña insta a Junts a pactar con el PSC por “patriotismo”
Muere el actor Isiah Whitlock Jr., conocido por ‘The Wire’ o ‘La última noche’, a los 71 años
Lo más visto
- La Audiencia Nacional avala la decisión de Robles de retirar el nombre de Franco a una bandera de la Legión
- Bukele dice que le gustaría seguir gobernando en El Salvador “10 años más”
- “A mi taller vienen economistas y abogados buscando dar un cambio a su vida”: Mike Hausmann, el ebanista que se negó a vivir pegado al ordenador
- Los ‘tickets’ que Ábalos pasó al PSOE: una comida para nueve en Navidad, “un menú” de 332 euros y cenas en distintos sitios a la misma hora
- Beyoncé se convierte en la quinta cantante en ingresar en el club de los multimillonarios






























































