La Audiencia Nacional condena a más de 500 años a los etarras del atentado de Legutiano
Los jueces consideran probado que Aitor Cotano y Arkaitz Goikoetxea prepararon y ejecutaron el ataque al cuartel de la Guardia Civil en el que murió el agente Juan Manuel Piñuel
La Audiencia Nacional ha condenado a sendas penas de 515 años de cárcel a los etarras Aitor Cotano y Arkaitz Goikoetxea por preparar y ejecutar el atentado contra el cuartel de la Guardia Civil en Legutiano, en Alava, el 14 de mayo de 2008. En el ataque murió el agente Juan Manuel Piñuel. En la sentencia también se condena a Iñigo Gutierrez Carrillo a ocho años de prisión por un delito de colaboración con organización terrorista.
Cotano y Goikoetxea son culpables de un delito de asesinato terrorista, catorce delitos de asesinato terrorista intentados, doce delitos de asesinato terrorista intentados, un delito de estragos terroristas, un delito de daños, y dos delitos de utilización ilegítima de vehículo de motor ajeno.
Los jueces consideran probado que Aitor Cotano e Íñigo Gutierrez viajaron días antes del ataque desde Francia con una furgoneta con matricula doblada llena de explosivo, que posteriormente fue usada en el atentado contra el cuartel de la Guardia Civil.
27 personas heridas
"Una vez cerca de la Casa Cuartel", continúa la sentencia, Cotano y Goikoetxea "dejaron estacionada junto a la puerta de acceso al recinto de ese edificio la furgoneta cargada" con "unos ciento cincuenta o doscientos kilogramos de amonal" y huyeron. Sobre las 2.55, dos minutos después de la huida, y sin que se produjera una llamada de aviso, la furgoneta explotó causando la muerte del agente Juan Manuel Piñuel Villalón, de 41 años de edad, casado y con un hijo menor de edad. Otras 27 personas que residían en el edificio también resultaron heridas.
"A consecuencia de la explosión se produjeron desperfectos en la estructura del edificio, con derrumbamiento de la zona central de la fachada principal, en el material de dotación y equipamiento de la Guardia Civil, estando tasados en la suma de tres millones ciento ochenta y tres mil doscientos doce euros con sesenta y cuatro céntimos de euros (3.183.212,64)", continúa la sentencia.
En su huida, los etarras llegaron hasta el Alto de Urkiola en un turimos que abandonaron y que contenía una bomba que tendría que haber explotado a las seis de la mañana. La explosión nunca se produjo ya que las fuerzas de seguridad lo encontraron antes, lo que sirvió de ayuda en las investigaciones.
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