Diseño contra la pobreza
En el Matadero de Madrid, como parte de los 400 trabajos expuestos en la II Bienal Iberoamericana del Diseño, una pieza puede llamar la atención. Se trata de la butaca de cartón Pentámero, realizada por el costarricense Faustino Chamorro Calvo. Él mismo explica una escena frecuente en las calles de San José: gente durmiendo sobre cartones que le lleva a preguntarse: “¿Cuánto podría cambiarles la vida si imaginaran que ese cartón de desecho puede servirles para fabricar objetos útiles y bellos transformándose en un material noble?”. Chamorro quiere ver en esa transformación material la de las propias vidas de los sin techo. El cartón es el elemento que protege a quienes no tienen casa. Podría ser también el que les diera trabajo y orgullo. Más allá de esa pieza, lo que sorprende de esa exposición es que el proyecto no esté solo.
Como parte de esta Bienal, el Museo de Artes Decorativas de Madrid, apoyado por algunas ONG -Provivienda, Fundación Rais, Arrels Fundació y EAPN-, convocó un concurso de ideas contra la exclusión social. Se pedía a los participantes que eligieran un marco de trabajo: diseño para fomentar la socialización o para preservar la intimidad de las personas sin hogar. De los más de 150 diseñadores que presentaron sus propuestas, Curro Claret, Marina Bernardo y Alberto Marcos con Ignacio Aguado convencieron al jurado.
El proyecto de Claret, realizado con la ayuda de la Fundació Arrels, que trabaja con gente sin hogar en proceso de reinserción, consistió en convertir a Rafael, José, Aurelio y otras personas más en diseñadores. Claret partió de una misma pieza metálica a modo de nudo que permite unir tres patas y un asiento. Basándose en esa idea, cada uno aportó el material para construir su taburete a partir de los restos de containers que recogen por la calle. La noticia no es que el diseño ofrezca una vía de superación, la noticia es que este primer trabajo pueda llegar a un museo y tenga eco ese esfuerzo de superación.
Más allá de la buena voluntad y del escepticismo que, a priori, pueda despertar una muestra de estas características, es un signo de los tiempos, tal vez uno de los pocos positivos, que la iniciativa tenga ahora continuidad dando voz, de diciembre a marzo, a quienes luchan por reinsertarse o integrarse socialmente. Desde la calle hasta un hogar por la vía de la superación y con la pequeña ayuda del diseño: eso es lo que se expondrá en el Museo de Artes Decorativas hasta la próxima primavera.
TABURETE DE RAFAEL
TABURETE DE AURELIO
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