Funcionarios y problemas de convivencia en el epicentro del 'caso Pretoria'
La población de Santa Coloma de Gramenet vota consciente de las carencias de la localidad
Los vecinos de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), población epicentro de la trama de corrupción urbanística del caso Pretoria, van a votar conscientes de las carencias de la localidad, que cuenta con 119.000 habitantes y una densidad de población de 16.762 habitantes por kilómetro cuadrado.
Virgilio García apura un fino andaluz en la Avinguda de la Generalitat, en el barrio del Riu Sud de la localidad barcelonesa. Hace frío, pero el sol calienta lo suficiente para que los vecinos compartan cañas y tapas de boquerones en plena calle. Virgilio, de 59 años, ha ido a votar antes de almorzar y a las 22.00 horas le tocará recoger las mesas electorales. Hace 30 años que trabaja en el Ayuntamiento. "Aquí hay mucho funcionario que sobra, es algo que hay que arreglar", dice . Está enfadado porque le han rebajado un 5% el sueldo y en Navidad se va a quedar sin el 30% de la paga doble.
En frente, el CEIP Ferran de Sagarra acoge un colegio electoral. Ángeles Terrón entra sin saber todavía a quién va a votar. Viene cargando contra la campaña electoral. "Hay gente que de verdad tiene que ir al mercadillo a comprarse las corbatas", dice esta jardinera [refiriéndose a Puigcercós, que compró la que llevó en el debate televisivo en un mercado]. Este año se ha encontrado con un matrimonio -"español", puntualiza- y sus dos hijos durmiendo en el Parque de Europa de la población. "Los servicios sociales están saturados, necesitamos que se distribuyan mejor las ayudas", sostiene.
Una cuesta empinada, la calle Àngel Guimerà, separa este colegio del CEIP Miguel de Unamuno. Miguel Sánchez dice que "siempre" ha votado a los socialistas y "nunca" va a cambiar de opinión. "Son el triple de chorizos los de CiU", razona cuando se le pregunta sobre el caso Pretoria, la trama de corrupción urbanística que salpicó a diversos ayuntamientos de la provincia de Barcelona, pero principalmente a Santa Coloma de Gramenet y al que fue su alcalde, Bartomeu Muñoz, del PSC.
Francisco Barragán, de 38 años, ha ido a votar con su mujer, embarazada de 9 meses, y su hijo de dos años. "Nunca pensé que votaría a la ultraderecha, hasta que me dí cuenta de que estaba de acuerdo con los planteamientos de Josep Anglada", explica este catalán con acento extremeño. "He votado a Plataforma per Catalunya convencido", desvela.
Barragán tiene una peluquería en el barrio donde la competencia son media docena de negocios regentados por inmigrantes de origen chino, que, según dice, cobran el corte de pelo a 4 euros. "No podemos competir con ellos", dice, y admite que en la ciudad hay muchos problemas de convivencia.
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