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SI YO TE CONTARA... HISTORIAS DE LOS LECTORES
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Dejé un trabajo fijo y una hipoteca y partí a la fría Islandia

Me llamaron loco, pero yo sólo quería conocer otro modo de trabajar y de cómo llevar un país

La medida en la que afrontamos las crísis y una autocrítica honesta, nos hacen más fuertes. En 2008, las ideas que tenía almacenadas en mi cabeza para tener un futuro mejor, me llevaron a Islandia, por aquel entonces considerado el mejor país del mundo para vivir.

Lo que yo vivía en 2007 y primeros de 2008, cuando aún no había estallado la crisis y España "iba mejor", era: jóvenes que sólo aspiraban a funcionarios, empleados desganados, informáticos con un increible currículum despreciados por saber más que su propio jefe, chanchullos, empresas viviendo de subvenciones, pisos caros. Así que no necesitaba perder un trabajo o sentirme en las últimas para cambiar de vida. Hice las maletas, dejé un trabajo fijo y una hipoteca que pagar, y partí desde mi Córdoba natal a la fría Reykjavik.

Me llamaron loco, pero yo sólo quería conocer otro modo de trabajar, de organización, de cómo llevar un país, de sentirme valorado y con ello emplearme mucho más a fondo. Así que no tardé en encontrar trabajo... y en perderlo a primeros de 2009. La conocida crisis en Islandia estalló, perdí mi trabajo y me sentí ... ¡desempleado en un país extranjero!. Y con una hipoteca en España que pagar, que se me hacía más costoso ahora que la moneda local se había debilitado. Pensé en volver a España... 4.000.000 de parados, informaticos mileuristas, pisos a 40 millones... Mejor no.

Pero, los servicios de empleo islandeses se portaron increiblemente bien conmigo. Me preguntaron: "¿Quieres trabajar o recibir prestación? Si quieres trabajar, te ayudaremos. Si quieres sólo prestación, vigilaremos que busques trabajo, y si no, la pierdes". A los pocos días me asignaron a un curso de creación de empresas en un centro de innovación tecnológica y atención personalizada para la busqueda de empleo. ¡Imposible en España! He estado parado en España e ir al INEM es como ir al tanatorio.

Con el paso del tiempo, y empleandome a fondo, encontré un nuevo trabajo, el mejor que nunca he tenido. Y continúo con mi idea de crear una empresa. Ojalá un día pueda volver a España y aplicar el modo en que aquí trabajan las empresas. Creo que los empresarios estarían más contentos y los empleados rendirían más. Pero me da que pensar, y me da miedo oir eso de "¿pero tú quién te crees que eres por haber estudiado en el extranjero?". Y es que no es fácil estar en el extranjero. No por la tortilla, el jamón o el buen tiempo. Lo difícil es echar de menos a la familia y los amigos. Espero, que no sea tiempo perdido.

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