Construir paisajes
¿Qué es un paisaje natural? Hace ya siglos que hasta los paisajes más aparentemente naturales llevan la firma de la mano del hombre. Ni los despejados green ingleses ni por supuesto los parques geométricos franceses ni tan siquiera el jardín pintoresco -que buscaba imitar, precisamente, la mezcla desordenada que organiza el orden natural de la vegetación- brotaron espontáneamente sin la dirección de jardineros y paisajistas. Aunque esta profesión, la de paisajista, recibiera nombre, y formación específica reconocida, hace relativamente poco, han sido muchos los insignes arquitectos, horticultores y jardineros encargados de idear los paisajes domésticos, campestres y urbanos que hoy conocemos como la historia de los jardines. Con todo, seguramente ha sido en la ciudad donde el paisaje ha encontrado mayores retos y ha precisado redefinirse con mayor frecuencia. De un lado puede ser tan contradictorio como necesario combinar naturaleza y asfalto. De otro, la realidad de un paisaje inerte, despojado de árboles y plantas, es un hecho urbano que muchos arquitectos y urbanistas han tratado de solucionar. ¿Si funcionaban las plazas medievales porticadas por qué no funcionan hoy las plazas sin vegetación? Lejos de los grandes parterres de césped y de los parques con horario de apertura y cierre, buena parte de los paisajistas actuales reivindican dos asuntos: la lógica de lo autóctono –la vegetación de más fácil, económico y lógico mantenimiento- y la continuidad de un paisaje que debe ser uno hecho de la suma de muchos, y que ellos quisieran no fragmentar.
Comentarios
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.