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SI YO TE CONTARA... HISTORIAS DE LOS LECTORES
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Ahora entiendo al abuelete expatriado

Mi crisis fue elegir entre estar en casa parado, o lejos de todo lo que quiero pero con trabajo

Recuerdo de muy joven, a mi abuelo jugando al dominó en el bar de enfrente de su casa. Me presento a sus compañeros de juego, uno de los cuales había sido un asiduo trabajador de la vendimia en Francia. Fui la primera vez en mi vida, que escuche la palabra "expatriado". Y cuando me preguntaron como iba a ser mi vida en el futuro, yo respondí lo que pensé en aquel momento: a los 25 ya estaría casado, tendría muchos hijos y jugaría con ellos. Que equivocado estaba.

Nacido en el 80, un tardío de la generacion X, viví mi infancia como cualquier chico normal de pueblo en una región de Valencia. Las únicas preocupaciones de mis padres eran que no metería en ningún lío con las drogas y que aprendiera algo de ingles. A partir de 6° de EGB, empece a destacar, mas que nada, porque sacaba los cursos fácilmente sin dar un palo al agua. Aun teniendo buena nota de entrada en la universidad, elegí Administración y Dirección de Empresas, bien porque todavía no tenia ninguna vocación, o tal vez porque tenia miedo a coger una ingeniería y pasara sin pena ni gloria "la etapa mas bonita de la vida" (palabras textuales de mi padre).

Tal vez fue al empezar con la carrera cuando madure, salí del pueblo y fui a Valencia. La gente provenía de diferentes lugares y con diferentes inquietudes. A partir de aquí, fui sobreponiendome a cualquier obstáculo laboral que me surgió en la vida, convirtiéndome en un chico "precoz" en todos los sentidos.

Los primeros comentarios de los universitarios trataban sobre el poco dinero (si es que pagaban) al realizar las primeras practicas. Muy aplicado yo, intente anteponerme al problema. Conseguí meterme en cursillos de banca, y softwares, que me dio el acceso a suplir temporalmente a empleados de banca: reintegros, cheques, etc. Durante todos mis estudios fui substituyendo, y ganándome mis pelillas, para pagarme mi año Erasmus en Suecia. Ya había ganado un escalón: experiencia laboral cualificada sin terminar los estudios. Durante esta época volví a ver el significado de la palabra expatriado, en cada pensionista que venía a cobrar "la pensión de Francia o Alemania".

Al finalizar mi quinto año, solo me faltaba el proyecto. Así que debía compaginarlo con algún trabajo. Ya había tanteado el mercado, y me había dado cuenta, que mi experiencia laboral no me ayudaba mucho. La mayoría de candidatos me ganaban en edad y experiencia a la hora de buscar un trabajo "de lo que he estudiado" (como decíamos en aquel momento). Así volví a adelantarme, y antes de currar de camarero o cogiendo naranja, escogí una beca Leonardo para trabajar de controlador logístico y administrativo de ventas en Alemania. Algo valiente si consideráis que no tenia ni idea de alemán. Así que durante año y medio trabaje para Bosch en Karlsruhe, hasta que decidí volver a España a por un trabajo digno y asentarme con 25 años.

La situación laboral seguía sin dar buenas alternativas a una persona que ya sabia dos idiomas y tenía mas de tres años de experiencia laboral. Por aquel entonces el que más me ofrecía 1.200 euros, trabajando los sábados. Estuve medio año tanteando el mercado, para darme cuenta de la cantidad de trabajos que te dicen en la universidad a los que puedes alcanzar, y literalmente, en el mercado español, NO existen. Lamentablemente nuestro tejido empresarial es demasiado pobre.

Así que con otra beca para postitulados, me marche para trabajar como Técnico de Exportación... a Moscú. Para gustarme el calor, no he sido muy bueno eligiendo destinos (Suecia, Alemania y ahora Rusia). Tras un año en Moscú, mi beca-proyecto finalizo y decidí intentar de nuevo en el mercado español. Esta es la tuya Fernando. Por una vez en mi vida, me di cuenta que la gente empezaba a tomarme como serio candidato a un puesto de trabajo. Y no tarde en encontrarlo en una empresa internacional, en Valencia. Toda una vida luchando para formarte, y llega una crisis, y da igual lo que hayas hecho o hiciste laboralmente... no me renovaron el contrato. Para entonces la crisis terminaba de empezar.

Durante meses estuve buscando trabajo, y haciendo muchas entrevistas (contabilizo cerca de 300). Todas las mañanas me levantaba con el traje y me iba a la ciudad, a buscar trabajo. Lo mas gracioso del asunto era que salia y entraba de casa, a la misma hora que mi padre. Tenia el mismo horario pero dedicado a buscar trabajo o a hacer entrevistas, claro esta, sin ganar ni un duro. Bromeábamos en familia: "He enviado tantos CVs que la gente empezará a pensar que es un virus". Cada vez que hacia una entrevista, los salarios eran mínimos, las condiciones pésimas, y el estrés iba en aumento. "Tienes muy buen CV pero preferiríamos a alguien que provenga del mismo sector", esa fue la frase que mas sonaba en mi mente, mientras que el sector del cual provenía era de los mas recónditos. Sin opciones.

Por las noches me dedicaba a pasear con mi padre, intentando descubrir qué estaba haciendo mal. Licenciado, máster en Exportación, cinco años de experiencia laboral, cuatro idiomas, qué más quieren de mí?? qué tengo que hacer para conseguir un trabajo donde sienta al menos, que utilizo mis conocimientos?? Cuando uno se da cuenta, que aunque la crisis sea mundial, España es la más tocada, tiene que abrir sus miras. De nuevo tuve que evaluar vivir en el extranjero. España no me ofrecía nada de nada.

Si todavía no os habéis dado cuenta: "Ni falta de trabajo, ni falta de experiencia, ni crisis, a mi cabezoneria y mi empeño no la frena nadie". Eché CVs en Japón, Australia, EE UU... vamos, por todo el mundo... mis intenciones eran las de progresar. Finalmente me ofrecieron un puesto en Baviera, Alemania. Durante todo el tiempo pensé que no me quería ir, que encontraría un trabajo en España, pero mis esperanzas se desvanecían al paso del tiempo. Así que tuve que coger mi maleta... y a principios de 2009, partí a la región de la cerveza.

Mucha gente dirá que he tenido suerte y que tengo trabajo. Hoy a mis 30 años, vivo fuera de mi país siendo un amante de España, a pesar de querer vivir en Valencia, no tengo oportunidad de comprarme una casa. Pienso en ahorrar por si tuviera que cuidar de mis padres y mi hermano a los cuales echo un montón de menos y no puedo pararme ni a pensar en tener hijos, no se si podría mantenerlos. Ademas la crisis ha hecho cerrar combinaciones aéreas, creándome dificultades. Ya no me quedan días de vacaciones para poder visitar a mi familia. Hasta los próximos cinco meses no los volveré a ver.

Mi crisis fue elegir entre estar en casa parado, o lejos de todo lo que quiero pero con trabajo.

Ahora, y solamente ahora, entiendo a ese abuelete que me contaba la historia de un expatriado.

Fernando Figu Lluch Iborra, en su despacho de Augsburgo. En el mapa de atrás, ha señalado su pueblo, Algemesi, y la localidad alemana donde vive, Augsburgo.
Fernando Figu Lluch Iborra, en su despacho de Augsburgo. En el mapa de atrás, ha señalado su pueblo, Algemesi, y la localidad alemana donde vive, Augsburgo.

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