Una eurodiputada de Sarkozy dice que los gitanos rumanos provocan los mismos problemas en Francia y en España
Maria Thérèse Sánchez-Schmid, del partido de Nicolas Sarkozy, pasea por barrios de Badalona
Maria Thérèse Sánchez-Schmid, eurodiputada francesa del partido de Nicolas Sarkozy, ha paseado esta mañana por los barrios de Sant Roc y La Salut, de Badalona, para saciar su curiosidad sobre si los gitanos rumanos provocan en Cataluña los mismos problemas que su partido denuncia en Francia. "Y la situación es comparable. Son los mismos problemas de convivencia y seguridad", ha dicho esta mujer, de origen español y en perfecto castellano, tras conversar con decenas de vecinos que han salido al paso de una caravana formada por decenas de periodistas.
Aprovechando el grave conflicto provocado por Sarkozy con la Unión Europea por la expulsión de los gitanos rumanos, el Partido Popular ha organizado la ruta de Sánchez-Schmid. La visita se fraguó a principios de mes a través del eurodiputado popular, Santi Fisas, porque la parlamentaria francesa, de Perpiñán, quería contrastar la tesis que le comentaban sus colegas socialistas en Bruselas de que José Luis Rodríguez Zapatero ha logrado solucionar los problemas del colectivo rumano gitano.
El paseo estaba previsto hacerlo sin cámaras pero al final se ha convertido en un show mediático. "¡Que se vayan a casa!", ha gritado una vecina, con el carro de la compra en la mano, mientras Alicia Sánchez-Camacho, presidenta del PP en Cataluña, hacía las declaraciones rodeada de micros y cámaras ante el mercado de La Salut. ¿No provoca estos actos la xenofobia?, le ha preguntado un periodista. "¿Por qué?", ha replicado enérgica. "El Partido Popular apoya la inmigración legal y ordenada. Nuestra obligación es afrontar los problemas y escuchar a la gente".
La ruta ha durado casi una hora y por allí han aparecido, casualidad o no, una ciudadana rumana harta de los robos cometidos por sus compatriotas; otro vecino mostrando papeles denunciando que se censaron en su piso siete rumanos sin él saberlo y una gitana catalana cansada de aquél colectivo. "Son de otro planeta. Y luego nos llaman racistas", se ha quejado un joven. Todos los que se han acercado era para dar ánimos a la singular comitiva organizada por el concejal del PP Xavier García Albiol , que ya estuvo en el ojo del huracán hace meses por la campaña que organizó al incluir en un díptico del PP sobre seguridad ciudadana una foto de una pancarta en un balcón en la que se leía: "No queremos rumanos".
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