Día de playa para Sasha Obama
La hija pequeña de Michelle y Barack Obama disfruta de un día en el mar con sus amigas
Después de la jornada cultural de ayer en Granada, tocaba descanso cerca del mar. Sasha, la hija menor del presidente de los Estados Unidos, ha disfrutado durante toda la mañana bañándose en el mar con varias amigas, en una playa de Estepona (Málaga), mientras que su madre, Michelle Obama, se relajaba sin apenas dejarse ver.
Michelle y Sasha Obama aprovecharon su tercer día de vacaciones en la Costa del Sol para disfrutar del litoral malagueño. Sobre la una de la tarde han llegado al club de playa que el hotel Villa Padierna, en el que se alojan, tiene en Costalita (Estepona) a escasos kilómetros de donde se ubica el hotel donde están hospedadas.
La hija de nueve años de los Obama, con un bañador de rayas de varios colores, se ha metido en el mar nada más pisar la playa de Costalita, junto con otros niños del grupo de amigos, mientras que su madre, que llegó con un pañuelo en la cabeza, no se dejó ver. Madre e hija, junto a sus amigos, han almorzado en las instalaciones del Beach Club, saliendo camino del hotel en torno a las cuatro de la tarde.
Centenares de personas, entre vecinos, turistas y periodistas, se han dado cita en este lugar para ver la llegada de Michelle Obama, algunas de ellas desde primera hora de la mañana. A su llegada, algunos de estos vecinos corearon el nombre de Michelle a modo de bienvenida, pidiéndole que saludara. Como previsión de esta visita, la Demarcación de Costas autorizó cerrar unos 45 metros de litoral frente al Club de Mar Villa Padierna para salvagardar la seguridad de la mujer del presidente de Estados Unidos, por lo que este espacio de la playa fue acotado por la Policía.
Vacaciones cronometradas
Tras su llegada a Málaga el pasado miércoles y ante una gran expectación, Michelle Obama disfrutó primero del hotel Villa Padierna, un establecimiento de cinco estrellas ubicado en Benahavís (Málaga) y por la tarde paseó por el casco antiguo del vecino municipio de Marbella, haciendo pequeñas compras y cenando con amigos en el restaurante Buenaventura Plaza.
Granada fue el destino del segundo día de la visita privada de Michelle Obama y su hija de nueve años. Una intensa jornada que comenzó a las tres y media de la tarde cuando pisaron suelo granadino rodeadas de una gran expectación y fuertes medidas de seguridad. Lo primero que hicieron tras bajarse del coche oficial fue degustar un helado en la heladería Los Italianos, una de las más afamadas de la capital granadina. Desde allí, se trasladaron a pie hasta la Catedral, para visitar, posteriormente, la cueva La Rocío en el barrio del Sacromonte, donde disfrutaron de un espectáculo flamenco de la mano del bailaor Juan Andrés Maya y su familia.
Finalmente, su visita privada a Granada terminó con un paseo por el conjunto monumental de la Alhambra y el Generalife. Antes de recorrer los palacios nazaríes, la primera dama estadounidense tuvo tiempo para cenar en el Parador de San Francisco. Las vacaciones de la familia Obama terminarán el domingo, día en el que se desplazarán a Mallorca para encontarse con los Reyes de España.
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