González rechaza que el debate territorial esté "irresuelto"
"No hay un España buena y otra mala", remarca Juan Luis Cebrián, homenajeado por su papel en la transición.- El ex presidente considera que Zapatero "puede y debe acabar la legislatura"
El ex presidente del Gobierno Felipe González ha rechazado que la cuestión territorial esté "irresuelta". "Quiero decirles a mis amigos catalanes de todo el orden de matices que no puede ser verdad que se lo crean". Y, aunque ha habido "dientes de sierra", ha afirmado que el autogobierno y la descentralización en España "no ha hecho más que crecer cualitativa y cuantitativamente", ha manifestado en Santander en un acto de homenaje a Juan Luis Cebrián, consejero delegado de PRISA, como una de las figuras de la transición.
González, quien ha entrado de lleno en la actualidad política, ha calificado la sentencia del Estatut de "más política que jurídica" y, sobre los defensores del texto aprobado por el Parlamento catalán, opinó que lo "que más me molesta es que son muy reglamentistas. No hay regresión ni ruptura", ha agregado sobre las aceradas criticas a los cambios del Estatut.
González ha instado al líder del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, a no acceder a la petición de Mariano Rajoy de adelantar las elecciones generales ya que "puede y debe agotar la legislatura" y ha recordado que esa fue la tesis de Aznar quien declaró en varias ocasiones que las legislaturas "están para agotarlas", informa Elena Hidalgo.
En el debate territorial, ha querido matizar que se está confundiendo "la pluralidad con la diversidad" y lo ha explicado: "La España plural se refiere a la España de las ideas, no al sentimiento de las ideas. La aportación del socialismo democrático ha sido que, en el seno de la pluralidad, representa la España diversa sin fracturas".
El ex presidente se ha mostrado preocupado por la "fractura" entre el PSC y el PSOE debido a "la regresión que supondría" y, sobre la derecha, "me preocupa que no acepte la diversidad". Ha hablado también del papel de EL PAÍS durante la transición y definió a Cebrián como "uno de los actores reales" de ese periodo de la historia española. "Creo que lo ha hecho bien". Puso un ejemplo de lo que, para él, representa este diario. "Cuando uno está a 10.000 kilómetros, lo que dice EL PAÍS es lo que pasa en España".
Juan Luis Cebrián, quien ha enfatizado que el homenaje que recibía debía ser "a una generación que hizo la transición desde los vencedores y los vencidos",ha agradecidolas palabras de los 11 ponentes que le precedieron, desde González, el director de EL PAÍS Javier Moreno, el director de la Escuela de Periodismo Joaquín Estefanía y el catedrático Gregorio Peces Barba hasta los escritores Julio Ortega, Juan José Millás o José María Ridao. Se ha referido también a la cuestión territorial y, tras recordar que siempre "he defendido una España federal", ha asegurado que tiene una solución "si tuviéramos líderes" en todo el territorio nacional "capaces de plantear seriamente este debate", que fue imposible durante la transición "porque estaba el Ejército".
El consejero delegado de PRISA ha censurado con dureza el papel actual de la Iglesia, que "se comporta como un aparato de poder" yha rechzadoque haya dos Españas, una idea que, dijo, "ha querido ejemplificar EL PAÍS". "No hay una España buena y otra mala. No es una historia entre buenos y malos". Recogiendo la idea de Felipe González, afirmó que la España plural "tiene derecho a existir" pero este propósito,ha dicho"los hemos perdido con la recuperación del odio", un sentimiento que se logró aparcar en la transición pero que se recuperó "en 1996 y, con una mayor crudeza, a partir de 2000".
Cebrián se ha mostrado pesimista sobre la situación actual por la persistencia de "la disputa ideológica, que no la discusión ideológica" y ha augurado que, si no desaparece y no se llega a un proyecto común, "no vamos a salir de la crisis en mucho tiempo". También arremetió contra los actuales líderes políticos. "Necesitamos confianza, que eso no es ser optimista, en nuestros líderes. Pero eso es imposible con la confrontación ideológica de ahora, que es casi siempre pueril".
El director de EL PAÍS Javier Moreno ha destacado el carácter que ha impreso Cebrián al periódico: "Independencia ante el poder, calidad de los textos, trabajo honesto, gusto por el trabajo bien hecho y exigencia del rigor". Ha aseverado que el futuro pasa por continuar con "la misma beligerancia, independencia e incomodidad para todos los poderes". Y ha agregado: "El mejor homenaje a Juan Luis Cebrián es proseguir esa tarea".
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