Rabat evita molestar a Rajoy e impide el regreso de Dudú a Melilla
El líder de la revuelta musulmana iba a ser homenajeado con motivo del 25 aniversario de la protesta contra la Ley de Extranjería
Todo estaba preparado para que Aomar Dudú el Founti fuese homenajeado mañana, viernes, por cientos de personas -hasta el escritor Juan Goytisolo había sido invitado- en la gran carpa Euro Fantasía. El objetivo era "reconocer (...) su mérito histórico así como reparar el desconocimiento que las actuales generaciones tienen de su emblemática figura", escribía el columnista Enrique Delgado en el diario Melilla Hoy.
Pero Aomar Dudú no regresará a Melilla de la que se marchó en 1987 aunque volvió 12 años después para participar en un acto electoral -también lo hizo en visita privada- de apoyo al PSDM, un partido integrado por musulmanes.
El ministro del Interior marroquí, Moulay Taieb Cherkaoui, le ha "desaconsejado" que se desplace ahora a Melilla, según fuentes conocedoras de la organización del acto de agasajo. Lo ha hecho para no indisponer a Mariano Rajoy, presidente del Partido Popular.
Dudú iba a competir en Melilla con Rajoy que llega hoy a la ciudad y que mañana clausurará la segunda convención regional de su formación política. La secretaria general del PP, Carmen Dueñas, animó a todos los melillenses, a acudir a "escuchar el proyecto que se propone" para la ciudad y para España, pero es probable que Dudú hubiese congregado más público. Con su ayuda 1.600 melillenses han podido efectuar la peregrinación a La Meca y le están agradecidos.
El ministro Cherkaoui puede fácilmente "convencer" a Dudú de que no es el momento de volver porque es su subordinado. Dudú fue nombrado por el rey Hassan II, en 1987, gobernador principal en el Ministerio del Interior de Marruecos. Desde entonces vive en Rabat y sigue ostentando ese cargo aunque sin mando en plaza.
Fue ese año cuando Dudú se autoexilió en Marruecos. Expulsado del PSOE en 1984 y fundador de la asociación Terra Omnium, Dudú encabezó al año siguiente la revuelta masiva de los musulmanes melillenses contra la Ley de Extranjería entonces vigente que impedía obtener la nacionalidad española incluso a los nacidos en la ciudad. Su protesta tuvo éxito y miles de musulmanes consiguieron ser españoles.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.