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"Nos tratan como a ganado"

Pasajeros afectados por los retrasos y cancelaciones en el aeropuerto nos cuentan su peripecia

16 horas y tres tarjetas de embarque es lo que han necesitado para llegar a Asturias desde Madrid decenas de personas que ayer iban a coger el vuelo 474 de Iberia. Según ha relatado Eva Álvarez, los pasajeros, que debían haber salido de Barajas a las 19.55 del domingo, sólo han podido pisar tierras asturianas a mediodía de hoy, tras varios retrasos, la cancelación del vuelo y la reubicación en otro que también ha salido tarde. Además, critica esta viajera la atención de la compañía: "No han tratado como a ganado".

En conversación telefónica con esta redacción, Álvarez ha relatado que, junto a decenas de personas, tenía previsto coger el vuelo 447 de Iberia con destino a Asturias a las 19.55 de ayer, pero la intensa nevada caída sobre Madrid alteró sus planes. Siempre según su relato, los pasajeros llegaron a embarcar en el avión, pero, tras dos horas en el mismo, fueron desalojados. El vuelo fue retrasado hasta las 23.45, pero tampoco salió a esa hora, sino que fue de nuevo aplazado hasta la 1.45, ya de madrugada. Y ni aún así.

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Cerca de esa hora, los pasajeros fueron informados finalmente de que el vuelo quedaba cancelado y que iban a ser reubicados para el de las 7.25 de la mañana de hoy, por lo que, además de pasar la noche en el aeropuerto, tenían que hacerse con otra tarjeta de embarque. Pero esta mañana, las condiciones en Barajas -a la nieve se ha unido la niebla- tampoco han permitido que este otro vuelo, el 0478, saliera a tiempo. Finalmente, Álvarez y sus compañeros de viaje han salido de Barajas sobre las once para llegar a Asturias a mediodía.

Lo peor, para esta viajera, la atención de la compañía. "Nos han tratado como a ganado. Estamos indignados. Había niños que han tenido que dormir en carritos y gente mayor. Y nadie de la compañía ha aparecido", relata, indignada. Más aún: sospecha que la empresa fue dilatando la cancelación del vuelo hasta la madrugada para no tener que facilitar un hotel a los afectados.

Desde Iberia han argumentado que la suspensión del vuelo en la tarde del domingo se debió a que cuando estaban esperando permiso de la torre para despegar, proceso para el que deben tener a todo el pasaje embarcado, recibieron la notificación de que el aeropuerto de Asturias se había cerrado por motivos de horario de funcionamiento.

"Rehenes emocionales de AENA

"Somos rehenes emocionales de AENA, nos mantienen con la ilusión de volar", se lamenta Carmen González, que tenía previsto viajar ayer a Lisboa con Vueling a las seis de la tarde y esta mañana aún estaba en el aeropuerto. Y lo argumenta diciendo que, pese cinco horas antes de la salida del vuelo, sobre las 13.00, ya "admitieron que el vuelo no iba a salir, pero no lo cancelaron". "Nos llevaron a una cola miserable para cambiar el vuelo y me atendieron a las cuatro de la madrugada". En ese momento le dijeron que el vuelo quedaba "reprogramado" para las 10.35, así que Carmen se fue a casa, pudo dormir dos horas para estar de nuevo en Barajas a las 8.35.

Ya en el aeropuerto, nuevo retraso. Les informan de que su avión tiene que ir primero a Barcelona y que al regreso, sobre las 17.00, partirá hacia Lisboa. "Nos mantienen con la ilusión de que vamos a volar. Es una hora y otra y otra y la información no es clara". "No responsabilizo a Vueling por la meteorología, pero no dan suficiente información. AENA es un cero patatero. La compañía es un rehén más, no es culpa suya", se queja. "La gente en el aeropuerto dos horas, ni un vaso de agua, ni un bocadillo de chorizo, yo estaba deseando que apareciera una ONG. Ha sido miserable. En pleno siglo XXI".

Tres horas en el avión en Londres

Victoria, viajera del vuelo FR 5994 de RyanAir también ha tenido que sufrir el temporal, que afecta a España, pero también a otros países, como Reino Unido, donde se han registrado temperaturas que no se recordaban desde hace décadas. Cuenta esta pasajera que ha estado tres horas embarcada en el avión que la traía de regreso a Madrid desde el aeródromo londinense de Stansted debido a las condiciones meteorológicas de Barajas. Según su relato, el comandante les ha informado de que AENA había cerrado el aeropuerto, aunque eso nunca ha sucedido. Finalmente, tras tres horas en el aparato y cuando ya salían por la escalerilla para esperar en la terminal, han dado media vuelta para volver a embarcar y, por fin, volar a España.

Varados en la carretera

La nieve acumulada durante todo el día dejó ayer a decenas de personas varadas, hasta que fueron evacuadas, bien entrada la madrugada, en la M-503, la autovía que une la localidad madrileña de Majadahonda con varias localidades del oeste de la región, como Villanueva del Pardillo, Villanueva de la Cañada, Valdemorillo y Brunete. Varios pasajeros de un autobús interurbano, que permanecían en esta vía desde las 19.30, sin moverse ni un milímetro, iban pidiendo a los conductores de los automóviles, maleta en mano, que les transportaran a sus lugares de destino.

Sobre la una de la madrugada, la Guardia Civil, informaba a los conductores de que varios kilómetros más adelante, en una pendiente muy pronunciada, había una enrome placa de hielo, y pedían a los conductores sin cadenas que permanecieran en el arcén. Demasiado tarde para muchos, que protestaron porque los agentes daban el aviso cuando los conductores no podían retroceder hacia Majadahonda.

La carretera ya estaba a esa hora cubierta de nieve, muchos conductores desoyeron a los agentes y se aventuraron a circular sin cadenas. Algunos amanecieron esta mañana cruzados en la carretera. El panorama en esa vía era desolador. Coches a derecha e izquierda, e incluso en el centro de la calzada. Hasta 40 vehículos se podían contar en los arcenes del trayecto que separa Villafranca del Castillo de Majadahonda, apenas 10 kilómetros.

Varios conductores han vuelto hoy al escenario de un martirio que duró horas. Juan Carlos, decía refunfuñando sobre el mediodía: "Voy a ver si saco el coche y voy a trabajar, que mira quá hora es". A esa hora la nieve aún hacía difícil la circulación por esta carretera.

En la M-509, una carretera de un solo carril por sentido que conecta Majadahonda y la M-503, se repetía el escenario: automóviles de cara, de perfil, en el arcén, en las rotondas, en la calzada. Hasta una máquina de limpieza municipal estaba atravesada ocupando parte de la calzada y despeñada en la cuneta. Un poco más arriba, en una rotonda, un empleado de una compañía en carretera recoge un vehículo y comenta que hacía mucho tiempo que no veía nada igual. "Hay coches por todos lados, no damos hay forma de atender a todo el mundo", explicaba.

Pasajeros esperan su turno en la zona de facturación de la T4 del aeropuerto de Barajas.
Pasajeros esperan su turno en la zona de facturación de la T4 del aeropuerto de Barajas.EFE
Los afectados por las cancelaciones de Barajas protestan por la falta de información de AENA y de las compañías aéreasVídeo: PATRICIA R. BLANCO / PAULA CASADO

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