"He hecho una tontería"

"He cometido una tontería". Así lo reconoció el ex soldado de 26 años que fue detenido el pasado viernes en Colmenar Viejo (Madrid) después de que secuestrara a la hija de un conocido empresario de Miraflores de la Sierra, al que exigía 150.000 euros para liberar a su víctima. El ex militar, que pasaba por problemas económicos, contó con la colaboración de otras dos mujeres que han sido detenidas esta semana, según ha informado hoy el comandante de la Guardia Civil, Javier Rogero.

El secuestro se produjo hacia las 14.20 cuando la directora del hotel Miraflores e hija del empresario regresaba a su casa a comer. Los secuestradores cruzaron un coche en una calle estrecha. Justo en ese momento, una de las mujeres del grupo pidió que la ayudara porque se le había averiado el coche. El hombre salió de detrás de unos coches y la durmió con un narcótico que llevaba impregnado en unos guantes. La montaron en su coche, un Chrevolet Lacetti rojo, y la trasladaron a un piso de Colmenar Viejo.

Los captores exigieron 150.000 euros en una primera llamada a las 15.26. Después se repitieron las comunicaciones con la familia hasta que ésta denunció lo ocurrido en el cuartel de la Guardia Civil. A partir de ahí se puso en marcha un enorme dispositivo con más de 120 agentes que cerraron el municipio de Colmenar Viejo, donde se iba a producir el pago de la cantidad exigida.

El intercambio se produjo a las 22.20 cuando el supuesto secuestrador quedó con un familiar de la víctima y le entregó una bolsa con el dinero. Se produjo en una calle próxima a la ermita. Un minuto después era arrestado el presunto criminal por los agentes de la Unidad Especial de Intervención de la Guardia Civil. Inmediatamente la mujer fue liberada en un piso cercano al lugar del intercambio. "En todo momento se ha buscado con esta operación garantizar la seguridad de la mujer secuestrada. Había sido sometida a una gran intimidación. Le dijeron que la había capturado una organización criminal italiana. Nada más lejos de la realidad, porque eran personas no muy profesionales", destacó el comandante Rogero.

El pasado lunes se entregó en la terminal T-1 del aeropuerto de Madrid-Barajas la compañera sentimental del primer detenido. La Guardia Civil ya había lanzado una orden internacional de busca y captura. Al día siguiente, fue arrestada la presunta cooperadora necesaria y amiga de los dos anteriores. Se trataba de una antigua amiga de la mujer secuestrada, que es la que facilitó toda la información de la víctima. "Es triste, pero todo empezó como una broma entre los tres. Luego vieron que lo que era una idea se podía llevar a cabo y que además pasaban por problemas económicos muy graves que podían solucionarlo con el secuestro", añadió el responsable de Policía Judicial en Madrid.

De "una broma" a un 'secuestro exprés'