Protesta silenciosa contra Güemes en el hospital Clínico

El consejero de Sanidad, Juan José Güemes, ha vuelto esta mañana al hospital Clínico de Madrid, donde hace justo una semana se produjeron altercados durante una protesta por su visita y tres de los manifestantes fueron detenidos. Hoy, los trabajadores de Sanidad, que llevan semanas acompañado al consejero en cada acto público en centros sanitarios al que acude para protestar contra la privatización de la Sanidad, han cambiado de estrategia. En lugar de abuchearle o increparle, se han colocado mascarillas de papel en la boca y han dibujado cruces rojas, simulando tener los labios cosidos. Sin hablar y reproduciendo el ruido con el que mandamos callar, chissss, le han seguido unos 10 ó 15 metros desde la calle hasta que la policía les ha impedido el paso a la entrada del pabellón San Carlos.

La visita, con motivo del lanzamiento de la campaña Toma el pulso a tu corazón, ha comenzado a 13.00, pero desde una hora antes estaban apostadas en la puerta dos furgonetas de la Policía. Algunos de los manifestantes llevaban cinta aislante en las muñecas a modo de esposas. Además, portaban pancartas en las que se podía leer ¿Quién agrede a quién? o Detenido por luchar contra los despidos. Con esta protesta silenciosa, los trabajadores, vestidos de uniforme, han querido denunciar la actitud de la Comunidad de Madrid, que ayer difundió un vídeo con el que asegura destapar a cuatro de los sindicalistas liberados que participan en las protestas, a pesar de que ni se ocultan ni han cometido ninguna ilegalidad.

Sindicatos y oposición han denunciado esta maniobra como un ataque directo y un intento de frenar las protestas e incluso apuntan a que podría tratarse de un delito contra la intimidad, la libertad y de obstrucción a la labor sindical, por lo que los dos sindicatos implicados, CC OO y la Confederación General del Trabajo (CGT), estudian emprender medidas legales. En la grabación, recogida por las cámaras de prensa de la Comunidad de Madrid, se identifica a cuatro personas que participaron en la protesta contra Güemes en el Puerta de Hierro de Majadahonda y se indica su afiliación sindical y su profesión. A dos de ellos, incluso, se les señala con una flecha roja. Tres son de la CGT -un operario de impresión, una administrativa y un celador- y la cuarta, una auxiliar de enfermería, de Comisiones.

Güemes exige explicaciones a la CNT

Al respeto, el consejero ha dicho que él no está "en conflicto" con nadie y que las imágenes de la polémica "son públicas". Sobre la querella de la CGT, Güemes ha considerado que este sindicatos "es quien tiene que explicar por qué sus representantes van vestidos como médicos si no lo son". En el Clínico, además, llovía sobre mojado. En la anterior visita de Güemes, el pasado día 1, se produjeron altercados entre manifestantes y la policía, en los que tres personas fueron detenidas. La Fiscalía abrió una investigación que cerró 24 horas después con la conclusión de que nadie intentó agredir a Güemes.

Ayer, y ya van ocho en 17 días, una veintena de manifestantes le recibió con pitidos y pancartas en el Centro de Transfusiones de Sangre de Valdebernardo. Y no ha sido la única protesta del día. Trabajadores del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, convocados por los sindicatos CSIT-UP, UGT, CC OO y MATS, se han concentrado a las once de la mañana a las puertas del centro contra la "paralización de las contrataciones de personal en el centro hospitalario" con motivo de la resolución del 31 de julio del Gobierno regional que limita la contratación de personal. También protestan contra "privatización" de la Sanidad pública en la región.

Los cálculos de CC OO apuntan a que había 700 personas, incluidos representantes de asociaciones de vecinos como Villa Rosa. Según han explicado desde CSIT-UP a Europa Press, seguirán haciéndolo todos los miércoles. La portavoz del sindicato en el centro, Lucía Cobo, ha subrayado que en las concentraciones del centro hay cada vez más médicos y ha precisado que lo que solicitan es que, si no se va a a privatizar la gestión, como les aseguran, "que se modifique la legislación y que lo digan claramente".