Maragall inicia los contactos para remodelar un tercio de su Gobierno

El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, ha iniciado esta tarde los contactos con los partidos que dan apoyo a su Gobierno con la intención de llevar a cabo una remodelación de su Ejecutivo que podría alcanzar un tercio de las consejerías del Gobierno y que afecta de forma proporcional a la participación de todos los socios del tripartito, según han confirmado fuentes de la Presidencia.

El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, ha decidido acometer la primera remodelación de su Gobierno, conformado en diciembre de 2003, una vez aprobada la reforma del Estatut en el Congreso y después del intento frustrado de crisis de Gobierno que quiso afrontar el pasado mes de octubre.

Cesados tres consejeros

De momento, según fuentes del Gobierno catalán, Maragall ya ha comunicado el cese a los consellers de Trabajo e Industria, Josep Maria Rañé; de Agricultura, Ganadería y Pesca, Antoni Siurana, y de Cultura, Caterina Mieras, todos ellos socialistas.

Asimismo, Maragall está en contacto con la cúpula de ERC para consensuar la salida del Gobierno del conseller de Universidades, Investigación y Sociedad de la Información, Carles Solà, aunque también podría saltar el conseller de Gobernación y Administraciones Públicas, Joan Carretero. El conseller de ICV-EA relevado sería el de Medio Ambiente y Vivienda, Salvador Milà.

Maragall ha comenzado esta tarde las gestiones con diferentes reuniones en el Palau de la Generalitat y contactos telefónicos y su pretensión es cerrar esta crisis de gobierno esta misma noche, según las citadas fuentes. Esta es la segunda vez que Maragall pone en marcha todos los mecanismos para realizar cambios en su Gobierno, después de que el pasado mes de octubre no lo lograra por oposición de los partidos del tripartito, incluido el PSC.

Un nuevo intento

Hace hoy seis meses, Maragall admitía en una intervención parlamentaria haber incurrido en un error de formas con su partido, el PSC, al decidir por su cuenta la remodelación del Ejecutivo, una iniciativa que también topó con la oposición del resto de socios del tripartito, ERC e ICV.

El desacuerdo de Maragall con el tripartito se produjo después de que el presidente de la Generalitat convocara a principios de octubre de 2005 al líder de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, para proponerle una remodelación a fondo de su ejecutivo, redistribuyendo competencias y cambiando hasta ocho consejeros. Maragall no había informado previamente de sus intenciones ni al primer secretario de los socialistas catalanes, José Montilla, ni a otros dirigentes del PSC e ICV-EUiA, lo que causó un profundo malestar en estas formaciones.

Mientras que Montilla dejó claro desde el principio su rechazo a efectuar cambios en el Govern porque "no solucionaría los problemas" de Cataluña, el líder de ICV, Joan Saura, llegó a pedir el 17 de octubre una reunión urgente del tripartito para abordar la "deslealtad política" de Maragall y "reconducir la situación de crisis creada". Semanas más tarde, en concreto el día 25 de octubre, Maragall renunciaba oficialmente a cambiar a algunos de sus consejeros, a los que ratificó en sus cargos "indefinidamente", y limitó la remodelación de su gabinete a una reorganización de las consejerías, que se agruparon en cuatro grandes áreas.