_
_
_
_

Un libro revela la supuesta bisexualidad de Marlon Brando

Una biografía del mito del cine que se publicará próximamente en Londres cuenta que el actor tuvo relaciones amorosas con artistas de ambos sexos

Actores tan conocidos como Burt Lancaster, Laurence Olivier, John Gielgud, Tyrone Power, James Dean o Montgomery Clift y actrices igualmente famosas como Shelley Winters, Ava Gardner, Marilyn Monroe, Gloria Vanderbilt, Ingrid Bergman o Anna Magnani se encuentran en la lista de conquistas del mito sexual de todos los tiempos Marlon Brando. Así lo afirma el dominical británico News of the World, que adelanta algunos extractos de la biografía del actor escrita por Darwin Porter y que saldrá publicada próximamente. También están en la lista el compositor Leonard Bernstein y el mito de la canción francesa Edith Piaf.

Eterno descontento consigo mismo, como le describe el autor del libro, Brando no encontró nunca un papel cinematográfico que le satisficiera plenamente, ni siquiera los que le reportaron sus dos estatuillas de Hollywood: On the Waterfront y El Padrino. Porter revela en su libro la dipsomanía de la madre de Brando, también actriz, sus infidelidades matrimoniales, entre ellas con Henry Fonda, entonces un jovencísimo actor.

Brando Unzipped (título original del libro), cuenta cómo el actor conoció a la futura Marilyn Monroe en Nueva York, en 1946, donde fue a estudiar interpretación. Según relató el propio actor a su amigo Carlo Fiore, ofreció a la actriz quince dólares para que le acompañara a su apartamento y se acostara con él. Marilyn confesó que se había acostado con hombres pero no por dinero sino para poder comer: "Yo negociaba (con el hombre) un desayuno, un almuerzo o una cena, según la hora del día".

Una de las revelaciones más sorprendentes del libro de Porter es, sin embargo, la relacionada con Edith Piaf. La seducción no fue fácil, según contó Brando a otro actor con quien también terminaría acostándose: cuando ella le llevó a su apartamento después de almorzar juntos, él pensó que era para hacer el amor. "¿Por quién me tomas? ¿Acaso por una prostituta de Pigalle?", preguntó indignada la Piaf al ver cómo Brando se había desnudado y metido en la cama sin consultarla. Al día siguiente, sin embargo, Piaf le cantó por teléfono La vie en rose a modo de disculpa, y dos noches después, Brando añadiría una nueva conquista a su ya larga lista.

Su verdadero amor

Después de julio de 2004, cuando el actor murió a los 80 años, la prensa publicó que sus cenizas se habían esparcido en Tahití y en el Valle de la Muerte (California) junto a las de otro actor y amigo suyo, Wally Cox, fallecido en 1973. Según Porter, Cox había sido un amor de juventud de Brando, que conservó sus cenizas en una urna durante más de treinta años y dispuso que, a su muerte, se mezclaran con las suyas. Brando, que afirmó en cierta ocasión que ninguna mujer le había hecho feliz, confesó una vez que si Wally Cox hubiese sido del otro sexo, la relación habría terminado en matrimonio.

Marlon Brando, en una escena de 'El último tango en París'
Marlon Brando, en una escena de 'El último tango en París'

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_