En libertad con cargos los agentes implicados en la muerte de un arrestado en Marbella

Los cuatros agentes de la Policía Local de Marbella detenidos este lunes tras la muerte de un hombre mientras era reducido han quedado en libertad con cargos tras prestar declaración ante el juez durante todo el día. Mientras, la autopsia practicada al cadáver no ha revelado una causa de la muerte concluyente porque las lesiones halladas no son de una entidad como para justificar el fallecimiento en sí. Fuentes de la investigación han añadido que habrá que esperar al resultado de investigaciones complementarias que se han solicitado, en concreto estudios de Toxicología e Histopatología.

En este sentido, han precisado que habrá que comprobar en la sangre, orina y tejidos si el fallecido estaba bajo efecto de alguna droga, estupefaciente o sustancia tóxica y si hay lesiones vitales, de gravedad o profundidad. Así, se han tomado muestras que han sido enviadas al Instituto de Ciencia Forense en Sevilla, cuyos resultados, que no estarán antes de 20 días, son claves.

Declaración de los agentes

Los cuatro policías locales que participaron en el arresto del hombre, que fue reducido cuando, borracho, comenzó a increpar a la gente que se cruzaba mientras volvía de la playa, han sido puestos en libertad con cargos a última hora de esta noche. Horas antes, los dos ciudadanos que ayudaron a los policías a reducir al detenido, han sido puestos en libertad sin cargos tras prestar declaración ante el juez.

Por otra parte, y según informa la agencia Efe, fuentes cercanas al caso han asegurado que tres de los testigos que declararon en contra de los agentes tienen antecedentes por asuntos relacionados con el menudeo de droga. Horas antes, fueron puestos en libertad sin cargos los dos ciudadanos detenidos en la tarde de ayer tras los hechos.

El suceso se produjo cuando la policía recibió llamadas que alertaban de la presencia de un hombre en estado de embriaguez "semidesnudo e insultando a la gente a su paso" en la confluencia de las calles Camilo José Cela y Gregorio Marañón, en el centro de Málaga. Dos agentes se personaron en el lugar y, con la ayuda de los dos viandantes detenidos, redujeron al hombre, de unos 40 años y nacionalidad británica. Al parecer, durante la detención se produjo un violento forcejeo y los agentes hicieron uso de sus porras. Algunos testigos afearon a los agentes su conducta, que consideraban demasiado violenta. Cuando estaba sujeto por los agentes y esposado, el detenido sufrió una parada cardiorrespiratoria y el personal de la ambulancia avisada sólo pudo certificar la muerte.