El Gobierno desvincula a la Guardia Civil de la muerte del inmigrante en Melilla
Los compañeros del fallecido aseguran que los agentes de la Guardia Civil le golpearon con las culatas de sus fusiles
La Delegación del Gobierno en Melilla ha asegurado que no hay ningún indicio que permita establecer una relación entre la actuación de la Guardia Civil el pasado domingo, durante una avalancha de inmigrantes que intentó entrar en la ciudad autónoma, y la muerte de uno de ellos.
En un comunicado, la Delegación ha afirmado que el Gobierno hará todos los esfuerzos para esclarecer esta muerte y ha informado de que la pasada tarde ya se ha producido una reunión entre los máximos responsables de la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla y la Gendarmería marroquí encargados de la investigación.
Dos intentos masivos de entrada ilegal de inmigrantes desde Marruecos en Melilla, los pasados viernes 26 y domingo 28, llevaron ayer a la Policía española a instar por escrito a las autoridades marroquíes a adoptar las medidas necesarias para evitar su reproducción. Según fuentes policiales, el lunes 29 las fuerzas de seguridad marroquíes abortaron, empleándose con contundencia, un tercer intento de entrada en España, en esta ocasión de 60 subsaharianos, y detuvieron a otro centenar de ellos en distintas operaciones.
El mismo lunes, varios inmigrantes subsaharianos trasladaron el cadáver de uno de sus compañeros a las inmediaciones de la valla fronteriza, desde el lado marroquí, según un informe de la Guardia Civil fechado este martes. Al observar sus movimientos, una patrulla del Instituto Armado se acercó a la línea fronteriza, momento en el que un agente de la Policía marroquí que se encontraba junto a los subsaharianos les comentó que, según manifestaban éstos, su compañero había fallecido mientras intentaba cruzar la valla. Posteriormente, entre las 20.00 y las 22.30 horas, los guardias civiles observaron que en el lado marroquí se concentraban efectivos de la Gendarmería, vehículos policiales, una ambulancia y personal civil que practicó varias diligencias, como la toma de fotografías y el interrogatorio a los subsaharianos. Finalmente, las autoridades marroquíes evacuaron el cadáver del lugar y se llevaron a los inmigrantes en un camión.
Supuestos golpes con los fusiles
En varias fotografías distribuidas por Prodein (Asociación Pro derechos de la Infancia), se observa a un inmigrante tendido en el suelo, boca abajo y aparentemente muerto. El cuerpo es observado por varios inmigrantes. Según la versión de los inmigrantes, los agentes golpearon al inmigrante con las culatas de los fusiles en territorio español y después trasladaron el cuerpo del joven al lado marroquí.
La muerte del subsahariano ha llevado este martes a varias ONG a reclamar una investigación de la actuación de los guardias civiles y al grupo CIU a solicitar la comparecencia en el Congreso del ministro del Interior, José Antonio Alonso.
La organización no gubernamental SOS Racismo ha asumido las denuncias de los subsaharianos según las cuales la Guardia Civil golpeó con las culatas de sus fusiles al inmigrante, un camerunés, "hasta que no se levantaba" y después los agentes abrieron la alambrada y "deportaron a todo el grupo a Marruecos, junto al cuerpo del compañero". En su denuncia de los hechos, SOS Racismo ha apuntado la posibilidad de que haya un segundo inmigrante muerto y recogió testimonios de los subsaharianos según los cuales la Guardia Civil de Melilla emplea porras eléctricas, entre otras, para enfrentarse a ellos.
La versión de los inmigrantes ofrecida por SOS Racismo añade que, tras se repelidos por los agentes españoles, se escondieron en un bosque para evitar que los militares marroquíes los deportasen y llamaron a las ONG para pedir socorro.
Por su parte, Médicos Sin Fronteras (MSF) ha explicadoque contactó con los inmigrantes y acudió a auxiliarlos y que, al llegar su equipo a la zona, encontró a varios heridos y trasladó a los tres más graves, que presentaban fracturas, al hospital de Nador. En ese hospital, el médico de MSF observó también que agentes de la Policía marroquí ingresaban a cinco heridos y un cadáver sin heridas de bala, si bien no puede confirmar si procedían de los enfrentamientos en la alambrada, pese a la coincidencia en el tiempo.
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