Decenas de vecinos exigen "justicia" tras el entierro del agricultor de Roquetas
Los manifestantes profieren gritos contra la Guardia Civil
Juan Martínez Galdeano, el agricultor fallecido el pasado 24 de julio en el cuartel de la Guardia Civil de Roquetas de Mar, ha sido enterrado esta mañana en un cementerio de esa localidad almeriense. El entierro ha culminado con abucheos al Instituto Armado a las puertas del cuartel y con peticiones de "justicia" ante el Juzgado de Instrucción número 1 que instruye el caso.
Varias decenas de vecinos que regresaban del cementerio de San Jerónimo, donde descansan ya los restos del agricultor, se concentraron en la plaza del Ayuntamiento, donde mantuvieron cinco minutos de silencio y desde donde se dirigieron a las puertas del cuartel de la Guardia Civil. Allí, los manifestantes profirieron gritos de "canallas", "criminales", "asesinos" y "perros" contra los agentes del Instituto Armado, a quienes culpan de haber tratado a Juan Martínez "como a un perro", a pesar de ser "una persona trabajadora e inocente", según un portavoz de los concentrados.
Desde las dependencias de la Guardia Civil, un grupo más reducido de personas se trasladó al edificio de los juzgados, donde pidieron a gritos "la verdad", mientras exigían "justicia" para que los presuntos responsables de la muerte del agricultor "no anden sueltos por ahí".
Previamente, en el camposanto se vivieron escenas de dolor cuando el cuerpo de Juan Martínez era sepultado y su viuda, de origen marroquí, tenía que ser atendida al sufrir un desvanecimiento. Durante la misa funeral, el párroco de la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, Pedro Pérez, que ofició la ceremonia, destacó el suceso "imprevisible" que ha acabado con la "muerte inesperada" de este vecino del barrio de las 200 Viviendas, y consoló a "esposa, padres, hermanos y demás familiares del difunto". "En la vida hay momentos tristes y dolorosos, horas en las que el corazón llora, como éste que está viviendo la familia de Juan", comentó el sacerdote durante la homilía.
El cura añadió que "es muy difícil y, en estos momentos, es más difícil hablar a una familia que llora la muerte de un hijo" que ha pasado sólo "39 años entre nosotros". "Hace diez días dejaba este mundo en circunstancias realmente dolorosas", dijo, al tiempo que confió en que "su vida no haya acabado para siempre" porque "más allá de la vida corporal hay una vida verdadera". La eucaristía ha contado con la asistencia del presidente de la Asociación de Jóvenes Agricultores de Almería (Asaja), Francisco Vargas, y de representantes de formaciones políticas como el edil socialista Federico del Águila y el senador del PSOE por Almería José Miguel Peña.
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