La policía francesa desmantela cuatro zulos de ETA

La operación policial contra ETA desplegada hoy en el suroeste de Francia ha permitido encontrar gran parte de los escondites de la banda, en los que se han hallado "explosivos, armas de guerra, documentación e importantes sumas de dinero", según ha informado el Ministerio francés del Interior. Fuentes españolas de la lucha antiterrorista han señalado a este periódico que se trata de siete casas y de cuatro zulos de la banda con al 400 kilos de dinamita Titadyne y centenares de armas de todo tipo según una inspección preliminar. Las mismas fuentes han añadido que las cantidades exactas todavía se desconocen porque aún se está realizando los registros.

Fuentes antiterroristas francesas han descrito la operación como "la mayor que se haya realizado nunca contra ETA" ya que ha supuesto el desmantelamiento casi completo de los depósitos de armamento de la banda y la captura de dos de sus principales dirigentes: Mikel Albizu, Mikel Antza, máximo dirigente de la organización terrorista, y su pareja, Soledad Iparragirre, Anboto, miembro del aparato político y con un largo historial de sangre.

El resultado es la incautación de al menos 400 kilos de dinamita Titadyne, centenares de armas de todo tipo, granadas e, incluso, material pesado calificado de "armamento de guerra" por el Ministerio francés del Interior. En todo caso, las fuerzas de seguridad francesas y españolas no han completado todavía el registro de los cuatro escondites hallados en el amplio operativo practicado en una decena de localidades del País Vasco francés y la vecina región del Béarn y tampoco descartan que puedan hallar todavía otros zulos de la banda.

Los cuatro 'zulos'

En concreto, los cuatro zulos se han hallado en viviendas de Urrugne, Ayherre, Saint Pierre d'Irube y Briscous. Por la mañana, la policía francesa ha localizado el primer escondite en una vivienda de Urrugne, propiedad de Lourdes Urdampilleta, que ha sido arrestada, y de su marido, Pedro Alcantarilla Mozota. Este último, camionero de profesión, ha sido arrestado por la Guardia Civil en Burgos, ya que se encontraba de viaje. Detrás de una estantería de libros había un mecanismo que activaba una pequeña puerta construida en la pared y tapada por la librería. A través de esa puerta se accedía a un habitáculo subterráneo de unos 40 metros cuadrados en el que se han hallado granadas contra carro y contra personas, más de 300 kilos de dinamita Titadyne, temporizadores, detonadores, munición (más de 20.000 cartuchos), clorato para la fabricación de cloratita y más de 20 fusiles de asalto.

Posteriormente, se ha localizado un segundo depósito en una casa aislada de la localidad de Ayherre. En este caso no era una instalación subterránea, sino que el material estaba guardado en un garaje. Este arsenal estaba formado por 30 subfusiles UZI y otros 20 del modelo MAT, 20.000 cartuchos de distintos calibres y armas, 100 kilos de dinamita Titadyne, cientos de detonadores, cordón detonante, algo menos de 100 kilos de clorato de sodio, un número indeterminado de armas y una cuantiosa cifra de dinero, guardado en dos bidones de plástico, cuyo importe no ha sido revelado. A primera hora de la tarde, la policía francesa ha hallado dos nuevos zulos subterráneos en sendas viviendas de Saint Pierre d'Irube y en Briscous.

El tercero de los zulos, el más importante por el tamaño y por la cantidad de material, estaba escondido en la vivienda que Miguel Negrete tiene en Saint Pierre d'Irube. Se trataba de una instalación subterránea, de unos 80 metros cuadrados, que ha sido descubierta gracias a la intervención de especialistas geotécnicos con equipo para localizar oquedades en el subsuelo. De esta forma se ha logrado encontrar el punto de acceso al zulo que disponía de un mecanismo hidráulico "muy sofisticado" para activar la trampilla. Allí había más de 200 kilos de clorato, polvo de aluminio, cordón detonante, granadas, lanzagranadas y más de mil detonadores. El otro zulo, hallado en Briscous, tenía un mecanismo más sencillo y aún está sin registrar. A las 19.00 horas, aún quedaban por inspeccionar dos de las siete viviendas.