Exhuman el cadáver del marido de la presunta parricida de Melilla
La juez que lleva el caso pretende determinar si también murió envenenado, tal y como confesó la mujer durante los interrogatorios
El cadáver del marido de Francisca B.M., la mujer acusada de envenenar a su familia en Melilla, ha sido exhumado esta mañana para practicarle la autopsia y conocer la verdadera causa de su muerte. La juez que lleva el caso pretende determinar si realmente murió por un infarto o, por el contrario, falleció como consecuencia del fármaco que echaba a las comidas su mujer, como confesó durante las 48 horas que estuvo detenida en la Comisaría Provincial de la ciudad autónoma.
El personal del Cementerio de la Purísima Concepción, donde está enterrado el marido de la presunta parricida, ha sacado del nicho el cuerpo de Antonio González, de 42 años, en presencia de la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Melilla, de la médico forense y de la Policía Judicial.
La médico forense ha recogido muestras del cadáver en la sala de autopsias del cementerio para enviarlas a la península, en presencia de la juez, que no ha hecho declaraciones por encontrarse el caso bajo secreto de sumario. Una vez realizadas las intervenciones de la forense, el cadáver de Antonio ha sido depositado de nuevo en su ataúd y colocado en el nicho familiar. Ahora, se compararán las muestras con las de su hija Sandra y saber si las dos coinciden y si ambos murieron por el producto farmacéutico que Francisca M.B. mezclaba durante meses con la comida que preparaba a su familia, según dijo en sus declaraciones a la Policía.
El único superviviente
Antonio G.B. falleció el 12 de enero a los 42 años, al parecer envenenado por su mujer Francisca B.M., que se encuentra en prisión provisional desde el pasado miércoles. Francisca está acusada también del presunto asesinato de su hija Sandra, de 15 años, y de la tentativa de asesinato de su hijo de 12.
Antonio González está enterrado en el nicho con una hija de cinco meses, fallecida el 5 de agosto de 1990, tras ser trasladada desde el Hospital Infantil de Málaga. Sin embargo, al cadáver del bebé fallecido hace ahora 14 años no se le ha realizado la misma prueba, por lo que se descarta que también fuera envenenada por su madre
El único superviviente de este drama es el otro hijo de la pareja, Antonio G., de 12 años, que se encuentra ingresado en el Hospital Comarcal desde el sábado 5 de junio con los mismos síntomas que su hermana Sandra, fallecida un día antes en el mismo centro sanitario. El menor evoluciona favorablemente y podría ser dado de alta mañana martes.
