Del Olmo decreta prisión incondicional e incomunicada para los cinco detenidos el sábado
El juez imputa a los tres marroquíes 190 asesinatos y 1.400 tentativas, entre otros delitos.- La policía sospecha que el español arrestado ayer pudo robar los explosivos en una mina
El juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo ha acordado la prisión incondicional e incomunicada para los cinco detenidos el pasado sábado -tres marroquíes y dos indios de entre 26 y 35 años- por su presunta relación con los atentados del 11 de marzo en Madrid, según han informado esta mañana fuentes jurídicas. Los cinco detenidos, cuyo interrogatorio comenzó a las 21.00 horas de ayer y se ha prolongado hasta las 4.00 horas de esta madrugada, han sido conducidos ya desde los calabozos de la Audiencia a la prisión madrileña de Soto del Real. Además de estos cinco primeros detenidos, ayer se anunció el arresto de otras cinco personas, cuatro marroquíes y un español.
El titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia imputa a los tres detenidos de origen marroquí, Jamal Zougam, su hermanastro Mohamed Cahoui y Mohamed Bekkali, delitos de pertenencia a organización terrorista, 190 asesinatos consumados y 1.400 tentativas de asesinato, además de cuatro delitos de estragos terroristas y sustracción de vehículo. Fuentes jurídicas han indicado que, aunque de momento se les atribuyen 190 asesinatos consumados, estos delitos podrían ampliarse en función del número de fallecidos que se vayan indentificando y poniendo a disposición de sus familiares. A los dos indios, Suresh Kumar y Vinay Kholy, les acusa de colaboración con organización terrorista y falsificación de documento mercantil por las tarjetas de móviles que se usaron para que estallaran los artefactos.
Los cinco han negado su participación en los hechos que se les imputan y han asegurado que, cuando se produjo la cadena de atentados, se encontraban durmiendo en sus domicilios. Además, han afirmado no tener ninguna vinculación con Al Qaeda ni con ninguna red terrorista. Por su parte, Zougam, considerado presunto autor material de la masacre y el último en comparecer, ha respondido a las preguntas sin levantar la vista del suelo y ha terminado llorando. Durante el interrogatorio, ha reconocido ante el magistrado, el teniente fiscal, Jesús Santos, y su abogado de oficio, que conocía "del barrio" al líder de la célula de Al Qaeda desarticulada en España en noviembre de 2001, el sirio-español Imad Eddin Barakat Yarbas, Abu Dahdah. Sin embargo, ha señalado que "perdieron el contacto" cuando Dahdah ingresó en prisión en 2001.
Sospechan que el español robó los explosivos
La policía tiene indicios de que Zougam, de 31 años, natural Tánger (Marruecos), casado y padre de cuatro hijos, fue uno de los autores materiales del 11-M. Fuentes de la investigación han señalado que al menos un testigo le vio en uno de los trenes atacados y otros dos le han reconocido por fotografía. Además, está considerado un importante miembro de la rama de los ex combatientes afganos, una de las dos alas de los radicales marroquíes integrada en Al Qaeda y que participó en los crímenes de Casablanca. Este marroquí fue incluido en el sumario que el juez Garzón abrió sobre la célula española, pero no fue procesado.
Su hermanastro Mohamed, nacido en 1969 en Táger, también ha defendido su inocencia y ha asegurado que la mañana de los atentados se despertó a las 9.45 horas y que en la cama de al lado estaba Jamal. Además, ha señalado que no mantienen mucha relación porque son muy diferentes y porque Jamal es "muy religioso". Bekkali, nacido en 1972 en Tetuán y mecánico de profesión, ha reiterado a gritos su inocencia y ha explicado que la manaña del 11-M un compañero de piso le levantó poco antes de las 10.55 horas para decirle que se había cometido un atentado en Atocha. Según ha declarado, a las 11.05 se encontraba ya trabajando en su negocio, un locutorio situado en la calle Tribulete del barrio de Lavapiés que regentan los tres marroquíes.
Los cinco permanecerán cinco días incomunicados en prisión, plazo que podría prorrogarse si el juez lo estima oportuno. Durante este tiempo, Del Olmo perfilará de forma detallada la participación de estas personas en los hechos. Gracias a la incomunicación, durante la cual solo podrán hablar con los abogados que les asisten, las otras cinco personas arrestadas serán interrogadas sin conocer el contenido de las declaraciones de los cinco primeros. Los últimos cinco detenidos fueron arrestados por la policía entre la tarde del miércoles y la madrugada de ayer en Madrid, Alcalá de Henares y Avilés (Asturias). No se han facilitado sus nombres, pero cuatro son de Tánger y uno de ellos estaría relacionado con los atentados de Casablanca. El cuarto es español.
El robo de los explosivos
Fuentes de la investigación han informado esta mañana de que se sospecha que el detenido en Asturias de nacionalidad española fue el responsable de sustraer los explosivos utilizados el 11-M a finales de febrero en la mina en la que trabaja.
Las mismas fuentes han señalado que posiblemente facilitó a los autores materiales de los atentados el explosivo que utilizaron en los trenes de Cercanías de Madrid. El arrestado, cuya identidad no ha trascendido y que desde ayer se encuentra en la sede de la Comisaría General de Información, en el complejo policial de Canillas de Madrid, tenía acceso al arsenal de la mina en la que trabaja.
Los análisis efectuados a los explosivos que contenía la mochila que no llegó a estallar dieron como resultado que es Goma 2 de la marca ECO, fabricada por Unión Española de Explosivos en la localidad burgalesa de Páramo de Masa. Este tipo de explosivo es utilizado en obras y canteras de toda España y su compra y traslado está controlada por la Guardia Civil. Una de las hipótesis que tampoco descartan los investigadores es que los terroristas pudieran haber constituido una empresa dedicada a la minería como tapadera para adquirir los explosivos.
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