Ibarra retira su plan para excluir del Congreso a los nacionalistas tras ser rechazado por Zapatero

Poco vuelo ha tenido la propuesta de reforma legal del presidente de la Junta de Extremadura, el socialista Juan Carlos Rodríguez Ibarra, para dejar fuera del Congreso de los Diputados a los partidos nacionalistas. Tras el revuelo levantado ante el mero anuncio, casi han coincidido hoy en el tiempo las palabras para rechazarla del líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, y las del propio Ibarra para anunciar su marcha atrás.

En concreto, el político socialista propuso modificar la ley para exigir a todos los partidos obtener un 5% de los votos en el conjunto del Estado para lograr representación parlamentaria. La ley actual sólo obliga a conseguir un mínimo del 3% en la circunscripción por la que se presentan. Si se aplicará esta norma, y teniendo en cuenta los resultados de las elecciones generales de 2000, sólo el PP, el PSOE e Izquierda Unida se sentarían en el Congreso. CiU, el partido de ámbito autonómico de más peso, obtuvo el 4,25% de los votos en toda España.

Apenas un día después de conocerse la propuesta, el secretario general del PSOE ha rechazado la posibilidad de incluirla en el programa electoral de cara a los comicios del próximo 14 de marzo. En declaraciones a la Cadena Ser, Rodríguez Zapatero ha sido contundente: "Juan Carlos suele hacer propuestas interesantes y positivas. Pero ha propuesto ésta tres veces y tengo que decir que no la comparto".

Poco después Ibarra admitía con ironía haberse equivocado en el curso de una conferencia de prensa convocada en Extremadura: "Cuando todo el mundo considera que los nacionalistas juegan un papel muy importante en España, es que estoy equivocado". Ya había anunciado el socialista que retiraría la enmienda al programa, que debía discutirse el próximo fin de semana, "si todo el mundo" creía que erraba, y hoy ha sido también claro: "Me he equivocado" porque la iniciativa, propuesta "honradamente", no ha logrado apoyos, pero dentro de 10 años se debatirá la cuestión.

"Creía que el nacionalismo era un problema", ha concluido, "pero a partir de ahora no pienso escuchar ninguna imbecilidad sobre los problemas del nacionalismo en España, porque todo el que lo diga le responderé: 'usted es un hipócrita'".