Investigan la muerte del marroquí alcanzado por un disparo de la Guardia Civil en Ceuta

Un juzgado de Ceuta investiga la muerte de un porteador marroquí por un disparo de un guardia civil ocurrida ayer en la zona neutral que separa Marruecos y España. Además, la Guardia Civil ha abierto un expediente informativo al agente que disparó. Anoche, tanto él como su compañero fueron interrogados en la Comandancia de Ceuta y previsiblemente también lo hará hoy ante el juzgado de guardia.

Los hechos ocurrieron sobre las 13.45 horas de ayer en la zona de Oued Dayua (Río Seco), a 3,5 kilómetros al norte de la aduana de Tarajal (único paso tolerado entre ambos países). Interior asegura que no se puede hablar de incidente diplomático porque todo ocurrió en suelo neutral. Sin embargo, Tetuán dice que el desafortunado incidente tuvo lugar en terreno marroquí y asegura que el porteador falleció "en suelo marroquí".

Un grupo de unos 30 o 40 porteadores o matuteros (personas que entran con las manos vacías en España y llevan productos de Ceuta a Marruecos) trataba de entrar clandestinamente en España cuando dos guardias civiles les intentaron repeler. El grupo respondió lanzando piedras a lo que los agentes, uno de los cuales se había incorporado al servicio el día anterior.

Disparo al aire

Los funcionarios respondieron con material antidisturbios (botes de humo y pelotas de goma) para repeler la agresión. A pesar de ello y "debido a la reacción violenta del grupo", según la versión oficial, los guardias no pudieron contener el aluvión de piedras que se les vino encima y, tras haber agotado todas las municiones de fogueo y el material antidisturbios, decidieron retroceder para protegerse del ataque y separarse tanto para buscar refugio como para pedir refuerzos por radio.

El agente veterano, de 35 años, pegó un tiro al aire y después, según la Delegación del Gobierno, tropezó y se le escapó otro disparo de forma "accidental". Fue esta bala la que alcanzó al marroquí Mustafá Lahrach, de 48 años y padre de seis hijos, en la boca, lo que le provocó la muerte.

Éste es el incidente más grave ocurrido en el perímetro fronterizo de Ceuta desde que se terminara las obras de impermeabilización, que han costado 60 millones de euros. El doble vallado del perímetro fronterizo no ha impedido que a lo largo del año pasado la Guardia Civil registrase más de 900 intentos de romper el blindaje. A pesar de que la Delegación del Gobierno ha reducido esa cifra a la mitad, lo cierto es que las propias autoridades han contabilizado en los últimos nueve meses 230 apedreamientos, que se han saldado con 24 guardias heridos y 46 vehículos dañados.