Trillo dice que desconocía el borrador de reforma del Código Militar hasta que lo leyó en EL PAÍS

Después de que el Ministerio de Defensa admitiese esta mañana la existencia de un "borrador de trabajo" para reformar el Código Penal Militar de 1985, como publica hoy EL PAÍS, el ministro Trillo ha asegurado que desconoce su contenido pero que, en todo caso, "carece de sentido" plantear determinadas sanciones en esta legislatura.

El ministro se ha remitido al comunicado emitido por su departamento, aunque ha agregado que "sería no conocerme a mí pensar en algo semejante, creo que eso no se cree ni por mis mayores adversarios".

Tras indicar que no conoce ese borrador, del que ha dicho tener noticia por su publicación hoy, ha señalado que "entre las prioridades legislativas del Ministerio de Defensa no está una reforma integral del Código Penal Militar", al menos "para esta legislatura".

A pesar de ello, el PSOE solicitará la comparecencia del ministro Federico Trillo para que explique el texto. Los socialistas consideran que esta reforma, que modifica el delito de "derrotismo bélico", es "regresiva" y una "clara locura".

"Sólo un borrador de trabajo"

En el comunicado, Defensa "puntualiza" la información de este diario, que afirma que el anteproyecto "amplía las competencias de los tribunales castrenses", reactiva el delito de "derrotismo bélico" y "prevé cárcel por manifestarse contra un conflicto armado". En su nota, Defensa indica que, "como el propio periódico reconoce, se trata sólo de un borrador de trabajo", y añade que "su interpretación de extender las competencias de la jurisdicción militar o sancionar determinadas conductas nuevas no responde, en absoluto, a la realidad".

"En la agenda legislativa del Ministerio la modificación del Código no es una prioridad en esta legislatura", concluye el comunicado. Previamente, el portavoz en la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados, Jordi Marsal, había exigido al ministro que desmintiera la noticia, o que, en caso de ser cierta, diera explicaciones. Además, Marsal ha advertido de que el Ejecutivo no contará con el PSOE "en una reforma tan regresiva", que ha calificado de "una clara locura". Para Marsal, "son inadecuados los contenidos y el momento en que se pone sobre la mesa", ya que "suena como cierta venganza ante ciertas situaciones".

Rajoy se desmarca de la reforma

El primer miembro del Gobierno en pronunciarse sobre la reforma ha sido el vicepresidente y ministro de Economía, Rodrigo Rato, quien ha aclarado que los ciudadanos tienen el derecho y la capacidad de manifestarse "cuando les parezca conveniente". Antes de participar en la Convención nacional del PP, Rato ha admitido que no tenía "la menor información" de estos extremos, pero ha precisado que el derecho de manifestación es "amplio y claro". "No es por ahí por donde, desde luego, va la política de nuestro partido, en ningún caso", ha añadido.

Poco después, el vicepresidente Mariano Rajoy ha negado que el Ejecutivo tenga previsto presentar o aprobar la reforma, que no constituye "una prioridad". Rajoy, que participaba en la lectura del El Quijote, ha subrayado que no es ni tan siquiera un "proyecto" y ha asegurado "no compartir" que se puedan imponer penas de entre uno y seis años de prisión a los que participen en actos de protesta contra la intervención de España en una guerra. "Pueden estar tranquilos, que no se va a aprobar ese código", ha apostillado. Por su parte, el ministro de Justicia, José María Michavila, afirmaba desconocer el texto y, por tanto, se ha negado a valorarlo.

También se ha mostrado cauto el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, quien ha valorado como "muy discutible" el proyecto, puntualizando que no conocía "el alcance exacto" del borrador. "Es la primera información que hemos tenido hoy y, lógicamente, quiero ser cauto antes de conocer el alcance exacto", ha dicho Zapatero que sin embargo, ha añadido que "lo que hoy se ha hecho público es muy discutible". En todo caso, "ya tendremos oportunidad, antes de hacer un pronunciamiento con todas las consecuencias, de evaluar el conjunto del texto, si es que, como parece, ese texto se va a aprobar por el Gobierno y enviar al Parlamento".

También ha criticado el texto el portavoz de IU en el Congreso, Felipe Alcaraz, al señalar que "pone los pelos de punta a cualquiera" y que podría llevar la firma del "dictador de cualquier república bananera". Alcaraz ha advertido a Aznar de que esta reforma confirma que "hay que quitar de inmediato al PP del Gobierno", porque su "indignación" ante las protestas de la calle le lleva a "hacer lo que les pide el cuerpo".