_
_
_
_
_

Los primeros análisis de la autopsia de Dónovan no revelan signos de violencia

Terminan los trabajos de recogida de restos en el pozo donde se hallaron los restos

Los primeros resultados de la autopsia que se realiza sobre el cadáver de Dónovan Párraga, hallado ayer cerca de su domicilio después de 11 meses de búsqueda, no aprecian signos de violencia. Así lo afirman los forenses encargados del caso, tras haber concluido los exámenes externos e internos de los mismos.

Más información
El pequeño Dónovan, hallado muerto
Dónovan, hallado muerto a 300 metros de su casa
11 meses de búsqueda desesperada
La familia rechaza que el menor sufriera un accidente mortal
El padre de Dónovan insiste en que su hijo fue asesinado y pide una segunda autopsia

El avanzado estado de descomposición de los restos mortales hace más difícil la labor de los tres forenses que trabajan en el tanatorio de Guadalajara, que realizarán mañana un análisis más pormenorizado de las piezas (radiografías) y previsiblemente una toma de muestras. Una vez realizados estos análisis, las muestras se enviarán al Instituto Toxicológico de Madrid, que los analizará la semana que viene.

A partir de ahí, con los resultados que se extraigan de este último análisis, los forenses realizarán un informe que remitirán a la jueza que instruye el caso, quien será la que determine finalmente, con los datos aportados por la Policía Judicial y con el resultado de las pruebas de ADN realizadas a los padres de Dónovan y a los restos del cadáver, si se levanta el secreto de sumario.

Como anunciaba esta mañana el subdelegado del Gobierno en Guadalajara, Jonás Picazo, ya han sido retirados la práctica totalidad de los restos del pozo negro de la urbanización La Beltraneja donde fue hallado el cadáver y que sólo restan algunos huesos de pequeñas dimensiones.

A la espera de los resultados del examen médico, que tienen en vilo a la familia del menor, el municipio de Trijueque se encuentra consternado y su Ayuntamiento estudia la posibilidad de declarar tres días de luto.

Los restos, aún sin identificar oficialmente, aparecieron ayer a 300 metros del chalé donde Dónovan Párraga vivía con su madre. El menor se fue a una clase de judo a la que nunca llegó la tarde del 27 de febrero de 2002. Desde que se denunció su desaparición, los padres de Dónovan emprendieron una desesperada búsqueda, en la que llegó a implicarse el defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Pedro Núñez Morgades.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_