Palacio propone primar la seguridad sobre la libertad de circulación
España y Francia ya pueden expulsar barcos peligrosos de sus costas tras el acuerdo alcanzado ayer en Málaga
Hay que primar la seguridad sobre la libertad de circulación para evitar catástrofes ecológicas como la producida por el vertido del petrolero Prestige en Galicia. Así de contundente se ha mostrado hoy la ministra de Exteriores, Ana Palacio, quien ha propuesto ir más allá de lo acordado ayer en la cumbre hispano-francesa de Málaga y acercar nuestra legislación a la estadounidense, que exige a los buques seguros ilimitados y con garantes.
En declaraciones a TVE, la ministra ha abogado por cambiar "ciento ochenta grados" el actual espíritu del derecho marítimo" porque "lo principal es que se circule con seguridad". La jefa de la diplomacia española ha querido también desligar el accidente del petrolero Prestige de la cuestión de Gibraltar, aunque ha admitido que hay que trabajar para que la colonia británica aplique la legislación comunitaria.
Según acordaron ayer en Málaga el presidente del Gobierno, José María Aznar, y el jefe del Estado francés, Jacques Chirac, Madrid y París pueden abordar dentro de sus aguas a cualquier buque sospechoso de ser peligroso y expulsarlo de la zona de 200 millas si se comprueba que existe riesgo. Se considera un buque peligroso aquel que tenga más de 15 años de antigüedad, con un solo casco y que transporte una carga de fuel o alquitrán.
El acuerdo se ha puesto en marcha "hoy mismo", según ha confirmado el vicepresidente del Gobierno y ministro de la Presidencia, Marino Rajoy, quien ha informado además de que la fragata Andalucía se encuentra en Finisterre para hacer cumplir este acuerdo.
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