El PSOE duda de los datos del CIS y dice que el PP pierde la mayoría en Madrid, Valencia y La Rioja

Los socialistas no se han creído, en términos generales, los datos de la macroencuesta presentada ayer por el Centro de Estudios Sociológicos. Aunque el sondeo recorta la diferencia que les separa de los populares de diez a cuatro puntos, desde el PSOE se insiste en que "sin cocina" el PP perdería la mayoría absoluta en Madrid, La Rioja y Valencia.

Esta interpretación la hacen según sus propios cálculos aunque el secretario de Organización socialista, José Blanco, anunció ayer que sus técnicos trabajan para en pocos días ofrecer un resultado exhaustivo.

"El PP pierde la mayoría absoluta en Madrid, Valencia y La Rioja, señaló Blanco. El PSOE amplía la mayoría que ahora tiene con más holgura que la señalada ayer por el CIS en Extremadura, Castilla-La Mancha y Asturias. En Baleares y Aragón los socialistas suben en intención y estimación de voto "y se amplía el apoyo a la coalición gobernante".

Blanco achacó estos datos a la inquietud de Aznar, al que recomendó que relea algunas de sus promesas electorales antes de descalificar las alternativas de Rodríguez Zapatero. "El único globo que se ha pinchado es el de España va bien", sentenció.

La "fórmula de la Coca-cola"

En respuesta a estas acusaciones, el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Jorge Fernández Díaz, negó que CIS haya manipulado los datos y afirmó que durante la etapa del PSOE se usaba el mismo método para conocer la estimación de voto.

Según Fernández Díaz, el método de cálculo empleado, que el Gobierno "no conoce", es la particular "fórmula de la Coca-Cola" que todos los institutos de opinión utilizan a la hora de hacer los sondeos, y que en el caso del CIS, es el que le da "la credibilidad y la solvencia científica que tiene acreditadas a nivel nacional e internacional".

Horas después de presentarse el macrosondeo, PP, CC y CiU rechazaron una proposición de ley del PSOE, IU, PNV y Grupo Mixto para modificar la estructura, funcionamiento y organización del CIS que, según la iniciativa fallida, pasaría a depender del Parlamento y su presidente sería nombrado por dos tercios de los diputados.