Melilla rectifica y decide seguir acogiendo a menores inmigrantes
El PSOE acusa al Gobiermo de "abandonar a su suerte" a las dos ciudades autónomas
El Gobierno de Melilla, reunido con carácter de urgencia, ha dado esta mañana marcha atrás en el órdago lanzado ayer al Gobierno central y finalmente seguirá ejerciendo las competencias de acogida de los menores inmigrantes, que asumió en el año 1997 con la aprobación de su Estatuto de Autonomía. A cambio, exige más dotación económica.
El Ejecutivo, integrado por PP, PSOE, UPM y Grupo Mixto, se retracta así de su intención, comunicada ayer a Madrid, de negar el derecho de desamparo y acogimiento a estos menores, que acuden a la ciudad sin la compañía de sus padres y a los que es difícil devolver a su familia.
Las autoridades locales alegaron que están "desbordados" por el número de niños sin documentos, que han "colapsado" la Ciudad Autónoma. La localidad, de 12 kilómetros cuadrados y 70.000 habitantes, acoge a 180 menores en cinco centros y en seis pisos tutelados. "Es imposible admitir a más", declaraba ayer el presidente de Melilla, Juan José Imbroda (UPM).
Ante esta situación, el Gobierno ha decidido esta mañana que a los niños que lleguen a partir de ahora a Melilla "se los acogerá donde se pueda y si hay que habilitar polideportivos, hoteles o mezquitas, se hará".
Cambio de "desamparo" a "riesgo"
Además, la consejera de Bienestar Social, Isabel Quesada, ha señalado que, a partir de ahora, a los niños que crucen la frontera no se les decretará la situación de desamparo y sí de riesgo, un cambio en la fórmula administrativa, que "permitirá agilizar la devolución de los menores a sus países de origen con sus padres".
El Ejecutivo autónomo ha acordado también dotar a los centros y a los pisos de un régimen interno para imponer "más disciplina", según ha informado Imbroda.
Melilla destina en la actualidad más de 6 millones de euros anuales para la atención de los menores, mientras que recibe del Estado un millón y medio de euros, es decir una cuarta parte. En este sentido, el Ejecutivo melillense negociará el próximo día 16 en Madrid la ampliación de la ayuda económica y la agilización de las reintegraciones familiares a Marruecos, que suele paralizar la Fiscalía de Menores de Málaga.
Ceuta se suma a las críticas
Pero esta problema no se localiza sólo en Melilla. El segundo enclave español en África, Ceuta, también ha pedido al Ejecutivo central que aporte más medios económicos para atender a los menores marroquíes, ya que suponen un desembolso anual de más de 1,5 millones de euros.
El consejero de Bienestar Social, Mohamed Chaib (PDSC), ha manifestado que el Estado tiene que "implicarse más" en este asunto y dotar a las ciudades fronterizas de Ceuta y Melilla de más medios económicos para llevar a cabo los programas formativos.
Por su parte, el Delegado del Gobierno para la Extranjería y la Inmigración, Enrique Fernández-Miranda, ha afirmado hoy en declaraciones a Antena 3 quu, en la futura reunión con Melilla, se verá "hasta qué punto estos problemas se pueden solucionar con mayor dotación presupuestaria".
En este sentido, Fernández-Miranda ha vuelto a denunciar al Gobierno marroquí, que, en su opinión, "no está haciendo lo necesario" para detener la salida de los menores, pese a que "una y otra vez" los devuelven tras identificar a sus familias.
Desde el PSOE no se opina lo mismo. La dirección socialista, a través de su portavoz parlamentario, Jesús Caldera, ha acusado al presidente del Gobierno de "abandonar a su suerte" a Melilla, cuya dramática decisión, se debe, en opinión de los socialistas, al "descontrol total" de la política de inmigración.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.