Fraga y Beiras se comprometen a fomentar el diálogo tras 12 años de desencuentro

El presidente de la Xunta, Manuel Fraga, y el líder del BNG, Xosé Manuel Beiras, han mantenido hoy su primera reunión oficial en 12 años, en la que han apostado por un marco estable de diálogo, que el dirigente nacionalista espera que pueda concluir en una relación institucional "pacífica".

Fraga y Beiras han almorzado hoy durante algo más de dos horas en un restaurante de Santiago, en lo que constituye el único encuentro que ambos dirigentes han mantenido durante el mandato del veterano dirigente popular, que hasta ahora se caracterizó por las duras críticas entre ambos.

Al término del almuerzo, el dirigente del BNG ha considerado "plenamente satisfactoria" la reunión, que, ha dicho, ha ido más allá "de las expectativas que yo mismo podía hacerme", de forma que habrá entre ellos un contacto directo "siempre que sea necesario".

Tras el intercambio de puntos de vista, Xosé Manuel Beiras ha destacado como aspecto más relevante de la reunión que ambos han acordado establecer un "método de relación, de interlocución y diálogo de carácter estable", que no se trata sólo de un diálogo personal entre ellos, sino también institucional.

De lo que se trata, ha señalado, es que desde oposición y Gobierno se mantenga una dialéctica que no se limite a la confrontación, sino de "colaboración integradora" en relación a asuntos cruciales para Galicia, en su contexto español y europeo, ha señalado.

Beiras ha apuntado que este nuevo panorama se podrá traducir en el Parlamento en un diálogo con el Ejecutivo para abordar legislativamente aspectos que se consideren fundamentales para Galicia.

En la entrevista, tras la que Fraga no ha hecho declaraciones, también han acordado el establecimiento de unas "pautas y metodología de relaciones de lealtad institucional recíproca" en los ayuntamientos en que gobierna o cogobierna el BNG, y también en proyectos "de medio y largo alcance" en materia municipal, ha apuntado el dirigente nacionalista.

Además, ha señalado Xosé Manuel Beiras, en el almuerzo han acordado el "aprovechamiento máximo posible" del periodo de presidencia de turno española de la UE en asuntos de vital trascendencia para la Comunidad autónoma.

Xosé Manuel Beiras ha reconocido que el presidente Fraga llevó a la reunión algunas anotaciones sobre las 40 medidas que el BNG considera urgentes para Galicia, y cuyo folleto le llegó a entregar en el Parlamento durante el debate de investidura del jefe del Ejecutivo.

No obstante, ha indicado que en la reunión no se han analizado asuntos concretos, sino las pautas de actuación institucional.

Romper el hielo

Beiras, que se ha mostrado convencido de que la postura de diálogo por la que ha apostado Fraga desde el comienzo de la legislatura "no era una cuestión meramente gestual", ha agregado que existe en el jefe del Ejecutivo un "propósito de reorientar los modos, la metodología y las maneras de hacer la política institucional", sin perjuicio de las posturas de cada uno.

A preguntas de los periodistas sobre si ha sido difícil romper el hielo entre ambos, tras doce años de duras críticas recíprocas, Xosé Manuel Beiras ha ironizado al decir que "incluso hubo que bajar la calefacción" en el pequeño y "muy íntimo" comedor en que almorzaron.

"Creo que, ni por supuesto el presidente de la Xunta ni yo mismo, y no es falta de modestia, somos novicios en el trabajo político", y ha agregado que durante el debate de investidura, en que hubo un llamamiento al diálogo por ambas partes, fue cuando "el hielo quedó roto".

Además, Beiras ha revelado que tras aquel pleno se dirigió por escrito al presidente de la Xunta, lo que no llegó a trascender, ante lo que Fraga le respondió inmediatamente, por lo que "el hielo, como no sea el que se le echa a la cazalla o al whisky on de rocks, que yo no bebo, ya estaba diluido".

Xosé Manuel Beiras ha insistido en que confía en que se instaure un escenario diferente y que, "lo que empezó como una tregua, puede dar lugar a un marco más estable de relación pacífica en el sentido cívico e institucional, sin perjuicio de la confrontación dialéctica necesaria".