Ataque frustrado contra el caserío de un 'ertzaina' en Idiazabal
No se han producido daños al explotar los cohetes dentro de las lanzaderas
El suceso se ha producido sobre las 3.40 horas de esta madrugada cuando varios desconocidos han intentado lanzar desde unos 200 metros de distancoia al caserío tres cohetes rociados con gasolina.
Los artefactos han explotado en las propias lanzaderas, por lo que sólo se han encontrado sobre la hierba restos de estos tubos de PVC y de los cohetes arrojados.
Agentes de la Ertzaintza buscan en el lugar otras evidencias y posibles huellas entre los restos encontrados, y no descartan que alguno de los cohetes lanzados haya podido salir despedido y haya impactado en otro lugar, cerca del caserío.
Las mismas fuentes han recalcado no obstante que ninguno de los cohetes ha logrado impactar en el inmueble y han asegurado que lo más probable es que únicamente se hayan registrado fogonazos o pequeñas explosiones en el lugar desde donde fueron lanzados, al incendiarse las lanzaderas.
Apenas cinco minutos después de este incidente una cabina de Telefónica ubicada en el núcleo urbano de Idiazabal ha sido también atacada con un artefacto incendiario sin que tampoco en este caso se produjeran daños importantes, según la Ertzaintza.
Este nuevo ataque contra un agente de la Ertzaintza se produce apenas una semana después de que dos ertzainas resultaran heridos al ser alcanzados por los cócteles mólotov que les arrojaron más de una decena de encapuchados que les tendieron una emboscada en una plaza del casco viejo de Portugalete (Vizcaya).
Según una información publicada en su edición de hoy por el diario Gara, un comunicante anónimo asume la autoría de este ataque, y de otro a una sucursal de la BBK, como respuesta a la muerte de la activista de ETA Olaia Kastresana, fallecida cuando manipulaba un artefacto explosivo en Torrevieja (Alicante).
Precisamente ayer el sindicato mayoritario de la policía vasca, el independiente Erne, lanzó duras críticas a las condiciones de trabajo de los agentes en su lucha contra la violencia callejera. Los responsables de Erne achacaron la "ineficacia" del cuerpo contra la kale borroka a la "limitación ideológica" que sufren las unidades de investigación. El setario general del sindicato, Iñaki Castro, atribuyó buena parte del problema a que el cuerpo tiene "hipotecada su gestión policial" por razones políticas.
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