Balza anuncia que responderá a la emboscada contra tres 'ertzainas'

Desde que ETA asesinó el 9 de marzo al ertzaina Iñaki Totorika tendiendo una trampa a la patrulla uniformada que él integraba, la policía vasca ha establecido un protocolo extremando las medidas de seguridad: cuando se recibe un aviso de incidentes de violencia callejera, los primeros en acudir son agentes de paisano en coches camuflados. Eso sucedió ayer en Portugalete, pero sirvió de poco. Los policías fueron atacados.

La Ertzaintza recibió sobre la 1.10 una llamada de la Policía Municipal de la localidad vizcaína, a 15 kilómetros de Bilbao, en la que se avisaba de que un grupo de encapuchados estaba atacando una oficina de la BBK en la plaza El Cristo. Las dos primeras patrullas que llegaron al lugar, en coches camuflados, se encontraron con una lluvia de piedras, tornillos y cócteles mólotov cargados con ácido para causar mayores daños lanzados por un grupo de encapuchados (entre 12 y 20, según los distintos testigos), que les rodearon, perfectamente organizados. 'Se ve que los conocían y les esperaban. Ha sido una emboscada en toda regla', enfatizó un portavoz de Interior. 'Todo estaba montado para causar este daño', abundó Balza.

Los dos agentes que ocupaban el primer vehículo sufrieron los mayores daños. Se trata de C. G. D., de 48 años, que presenta quemaduras de primero, segundo y tercer grado en la cara, los dos brazos y la espalda que afectan al 28% de su superficie corporal. Su pronóstico es muy grave, según el parte médico. Su compañero M. R. L., de 32, en estado grave, tiene quemado el 10% de su cuerpo con lesiones de segundo y tercer grado en cara, espalda y brazo izquierdo. Su vehículo quedó destruido por las llamas, pese a que vecinos de la zona intentaron sofocarlas lanzando cubos de agua desde las ventanas. Según testigos presenciales que cita Europa Press, el primero de ellos conducía el coche y fue rescatado por su compañero.

En la otra patrulla camuflada viajaba el ertzaina cuyas ropas resultaron quemadas. Logró salir de su vehículo de inmediato.

Los proetarras se dieron a la fuga ante la llegada de más efectivos policiales. Hasta el momento la Ertzaintza no ha practicado ninguna detención, aunque Balza recalcó que la policía vasca 'es la primera interesada' en arrestar 'a los culpables de esta salvajada'. En el lugar, los agentes hallaron 13 cócteles sin explotar, una lanzadera, siete cohetes y múltiples piezas de tornillería.

Todo sucedió en apenas cinco minutos. A la 1.15, las patrullas desplegadas ya llamaban a su central para solicitar una ambulancia, que condujo a los heridos al hospital de Cruces, en Barakaldo, en cuya unidad de quemados permanecían ingresados anoche ambos agentes. Los doctores que les atienden quieren esperar a su evolución inmediata antes de determinar si tendrán secuelas.

El consejero de Interior se desplazó a media mañana a Cruces para comprobar el estado de los heridos y reunirse con sus familiares, con los que estuvo más de una hora. El lehendakari, Juan José Ibarretxe, los visitó después durante 25 minutos. El presidente vasco no quiso hacer declaraciones.

Balza, que el pasado viernes debatía con el ministro del Interior, Mariano Rajoy, cómo coordinar a la Ertzaintza, el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil para hacer frente al terrorismo y la violencia callejera, recalcó que la policía autonómica es 'la primera barrera de contención' de los violentos y objetivo prioritario de éstos. El consejero enfatizó su interés en lograr con el Ministerio del Interior una 'total coordinación de esfuerzos'. 'Estamos en una etapa en la que hay que pasar de las palabras a los hechos', agregó. 'Despejemos las reivindicaciones políticas, todos, y centrémonos en la coordinación operativa', que es lo que piden los vascos, apostilló.

Después, en una entrevista en la Cadena SER y tras ser preguntado por las críticas del portavoz de su partido, Joseba Egibar, al Gobierno de José María Aznar, al que acusa de querer subordinar la Ertzaintza a las Fuerzas de Seguridad del Estado, Balza apuntó que 'independientemente' de lo que opinen los partidos, en lo que toca a ambos departamentos [Ministerio del Interior y Consejería del Interior] 'no va a haber' problemas en la coordinación de actuaciones contra ETA y su entorno. Los números dos de la consejería, Mikel Legarda, y del ministerio, Pedro Morenés, ya han mantenido contactos tras la reunión entre Balza y Rajoy, y se reunirán previsiblemente esta semana para avanzar en esa colaboración.