Desactivado en el aeropuerto de Málaga un coche bomba de ETA con 60 kilos de explosivo

Cinco integrantes del cuerpo de artificieros de la policía nacional (TEDAX) han desactivado "a mano" hacia las 13.30 de hoy un coche bomba colocado por ETA en la terminal Pablo Ruiz Picasso del aeropuerto de Málaga y que, según las últimas informaciones de fuentes de la lucha antiterrorista, podría contener hasta 60 kilos de explosivo.

Una llamada anónima a la asociación de ayuda en carretera DYA de San Sebastián alertó hacia las 7.05 de la colocación del coche bomba. El comunicante, un varón, dijo textualmente: "Pon atención porque no te lo voy a repetir. Te llamo en nombre de ETA. Hemos colocado en el parking del aeropuerto de Málaga un coche bomba. Es un Peugeot 405 blanco, matrícula M-6587-MV que hará explosión a las 8.00 h." Un minuto después una llamada similar se recibió en la comandancia de bomberos de la capital donostiarra.

El vehículo, con placas dobladas, fue localizado a las 7.45 en un párking frente al aeropuerto, pero no hizo explosión a la hora prevista. Aunque en un principio se barajó la posibilidad de que fallara el mecanismo de detonación del artefacto, fuentes de la investigación han esclarecido que el coche bomba estaba programado para estallar a las 8.05 horas y disponía de un sistema trampa para que en caso de fallar el temporizador, explosionara igualmente y alcanzara a los artificieros de la Policía.

Tras la llamada, las fuerzas de seguridad acordonaron entonces la zona y optaron por desalojar la terminal principal del aeropuerto al confirmarse que el coche contenía explosivos. Desde ese momento comenzó a usarse exclusivamente la terminal antigua.

Dentro de una maleta

Los técnicos en desactivación de explosivos han lograron parar el temporizador con un robot antes de la hora programada para la explosión y después han desactivado a mano el sistema trampa, dado que el aparcamiento en el que se encuentra estacionado tiene otra planta superior y esta alternativa podría causar daños materiales, una mayor alarma social y la desaparición de posibles huellas. En total han realizado cinco explosiones controladas. Al parecer, el explosivo se hallaba dentro de una maleta en el portaequipajes del coche.

Horas después, una grúa municipal ha procedido a la retirada del coche, que ha sido trasladado a dependencias policiales, donde se analizará en busca de huellas.

El delegado del Gobierno en Andalucía, José Torres Hurtado, ha dicho en rueda de prensa que las primeras investigaciones apuntan a que el acto ha sido cometido por un comando itinerante.

El artefacto, que tenía los dispositivos "en perfecto uso", estaba oculto en el maletero de un Peugeot 405, robado en Cestona (Guipúzcoa) el pasado 20 de julio y con placas de matrículas dobladas.

Este nuevo incidente coincide con la advertencia lanzada ayer por el ministro de Interior Mariano Rajoy, quien afirmó que la banda terrorista preparaba una ofensiva contra zonas turísticas. Anteayer, Olaia Castresana, presunta integrante de la banda, murió mientras manipulaba explosivos en un apartamento de la localidad alicantina de Torrevieja.

El director general de la Policía, Juan Cotino, se ha desplazado al aeropuerto de Málaga para felicitar a los artificieros por su trabajo.

Retrasos en los vuelos

A causa de la operación policial se están produciendo retrasos en la mayoría de los vuelos que salen o llegan al aeropuerto, el sexto en tráfico de pasajeros de España y el tercero de la península. Es, además, la principal vía de acceso a la costa del Sol, una de las zonas más turísticas del país.

El aeropuerto de Málaga está situado a 8 kilómetros al sureste de la capital malagueña y está conectado a la capital por la autovía E-15 y por la Nacional 340.

De momento la carretera de acceso al aeropuerto de Málaga ha quedado cortada al tránsito de vehículos particulares, aunque el transporte público puede recoger a los turistas que llegan al aeródromo. El corte afecta a los dos sentidos de la carretera y todos los vehículos que tienen como destino el aeropuerto de Málaga o sus inmediaciones son desviados hacia Torremolinos, aunque no se han registrado colas ni quejas de los conductores, según las mismas fuentes.

Tercera acción terrorista en un aeropuerto

Con la de hoy es la tercera vez que ETA ha atentado contra instalaciones de aeropuertos en campañas turísticas.

El 29 de julio de 1993 fue desactivado un artefacto en el aeropuerto de El Altet (Alicante) y el 20 de julio de 1996 treinta y cinco personas resultaron heridas, cuatro de ellas graves por la explosión de una bomba oculta en una papelera de la sala de pasajeros de la zona civil del aeropuerto de Reus (Tarragona).

ETA ha atentado contra objetivos turísticos en la provincia de Málaga en 31 ocasiones sin causar víctimas mortales, aunque sí siete heridos, cuatro de ellos en 1991 cuando 35 kilos de explosivos estallaron en los bajos de un coche frente a la casa cuartel de la Guardia Civil en Torremolinos.

El año en que ETA atentó en más ocasiones en dicha provincia fue en 1986 con la colación de 13 artefactos explosivos, en su mayoría en hoteles.

Las últimas acciones de ETA que tenían como objetivo atacar intereses turísticos fueron dos atentados con coche bomba perpetrados en la noche del 17 de marzo y en la madrugada del 18 en Roses (Gerona) y Gandía (Valencia), respectivamente.

En la localidad gerundense la explosión costó la vida al mosso d'Esquadra Santos Santamaría Avedaño, que formaba parte de un cordón de seguridad en las proximidades del automóvil, estacionado frente al hotel Montecarlo.

Las campañas terroristas realizadas por ETA en zonas turísticas comenzaron en 1979. Desde ese año han sido colocados 96 artefactos explosivos, que causaron 69 heridos, y dos coches bombas con cuatro víctimas mortales.

El primer coche bomba estalló el 16 de septiembre de 1991 en Muchamiel (Alicante), que causó tres muertos y treinta heridos, y el segundo el 17 de marzo de 2001 en Roses (Gerona), que causó la muerte del mosso d'Esquadra citado y en el que resultaron heridas tres personas.