El CGPJ abre diligencias al juez Ruiz Polanco por sus declaraciones sobre Vioque
El juez afirmó en Onda Cero que el abogado, detenido como presunto responsable de una red de narcotráfico, no "es capo de nada".- Polanco no cree haber revelado ningún secreto y se muestra conforme con la decisión de investigarle
Los vocales de la Comisión, reunidos con carácter extraordinario, han solicitado la copia íntegra en soporte magnetofónico de las declaraciones efectuadas para su incorporación a las actuaciones. Guillermo Ruiz Polanco afirmó ayer a Onda Cero: "No tengo datos que acrediten" que Pablo Vioque, detenido el pasado fin de semana como presunto responsable en España de una red de narcotráfico, "es el capo de nada".
Guillermo Ruiz Polanco declaró en concreto a Onda Cero que no tiene "datos que acrediten que" Pablo Vioque, detenido el pasado fin de semana como presunto responsable en España de una red de narcotráfico, "es el capo de nada", por lo que acordó su libertad.
El portavoz del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Benigno Varela, ha descartado que las discrepancias entre ambos magistrados sean una "guerra de jueces" y ha pedido respeto para las decisiones de ambos. Además, ha dicho Varela, el órgano de gobierno de los jueces "no puede entrometerse en la acción jurisdiccional de ningún juez", sino sólo investigar si en alguna de las actuaciones hay una desviación "que pueda ser susceptible de sanción disciplinaria".
Varela ha recordado que tanto Ruiz Polanco como Dívar han adoptado decisiones y las han motivado en sendos autos "y sobre eso no entramos, salvo que haya una flagrante manifestación de un delito" en su actuación.
En este sentido, Varela ha declarado que Polanco justificó su auto en el atestado de la policía, mientras que Dívar disponía del sumario entero de la causa, ya que fue él el que ordenó los registros y detenciones.
Polanco: "No podía callarme"
Por su parte, el juez Guillermo Ruiz Polanco ha asegurado que no ha revelado ningún secreto de sumario en sus declaraciones en varias emisoras de radio y considera que si lo hubiera hecho habría "explicado muy bien la situación y aclarado mucho las cosas".
"Lo que no podía hacer era callarme" estima el juez de la Audiencia Nacional en declaraciones a los periodistas, a los que ha dicho que decidió explicar su decisión "por razones de prestigio de la profesión, y no por el mío personal", aunque ha anunciado que no volverá a hablar más públicamente "porque no ha servido de nada".
Ruiz Polanco se ha mostrado conforme con la decisión adoptada hoy por la Comisión disciplinaria del Consejo porque su "obligación" es actuar como lo ha hecho, "si entiende que tiene que abrir diligencias porque cree que he largado demasiado. Es normal y me parece bien", ha dicho.
Sobre su decisión de dejar en libertad a Vioque, Ruiz Polanco estima que con ello no desvirtuó la decisión posterior que adoptó ayer su compañero en la Audiencia Nacional Carlos Dívar y ha indicado que "los autos de Dívar y el mío no son contradictorios, sino complementarios" porque éste "podía tener ayer otras pruebas que no tenía yo el día anterior".
"Modestamente puede que me haya equivocado y, tal vez, hubiera sido más cómodo decretar la prisión, pero como yo no aplico el criterio de pragmatismo, sino el de la Justicia, por eso dejé en libertad a Vioque", ha dicho.
Polanco ha recordado, además, que le dejó en libertad con la obligación de que al día siguiente se presentara ante Dívar porque "sabía que no se iba a fugar y por eso asumí el riesgo que siempre debemos asumir los jueces".
"Hay que jugársela, se nos llena la boca con lo de la libertad y luego esto parece un circo romano. Venga, todos a las fieras", ha dicho Ruiz Polanco al recalcar que en muchas ocasiones se ha dicho que los jueces "estábamos ejerciendo con crueldad a la hora de ordenar la prisión, y ahora parece que hacemos otras cosas, pero la libertad de un ciudadano es algo sagrado".
"Yo no conocía a Vioque de nada y no puedo presumir nada sobre él porque no está condenado en sentencia firme", ha indicado el juez, quien ha manifestado sentirse dolido con todo lo ocurrido porque "es ridículo decir que yo condecoro a los narcos".
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