Una de cada tres universidades permite cursar en una empresa parte de la carrera

Abril Gregori tiene 22 años y cursa el máster de ingeniería industrial de la Universidad de Lleida. Su día a día es muy distinto al de cualquier otro alumno: por las mañanas, parte de su ciclo académico lo hace en una empresa que fabrica maquinaria para la gestión de residuos, y por la tarde, continúa con sus estudios en la universidad. Es empleada y estudiante al mismo tiempo. Tiene un tutor en la compañía y uno en la escuela. Todo como parte de uno de los títulos duales que ofrece su centro de estudio, un modelo de enseñanza que se expande por España, donde una de cada tres universidades ya cuenta con alguna titulación dual, según el informe Radiografía de la formación dual universitaria en España recién presentado por la Fundación Bertelsmann, la Conferencia de Consejos Sociales de las Universidades Españolas y la Universidad de Mondragón.

La formación dual es un modelo educativo que integra los entornos académicos y laborales. Así, el alumno recibe una parte de los estudios en una empresa que tenga convenio con el centro de estudios y la otra en las clases teóricas de la universidad. “A mí me convalidan asignaturas específicas dependiendo de mi trabajo”, dice Abril, quien está trabajando en Ros Roca, en el área de posventa dando asistencia técnica y gestión de garantías. Este año le han convalidado cursos como diseño de máquinas y recursos humanos.

Precisamente, el campo de la ingeniería es el que más destaca en la educación dual, que aglutina el 64% de las titulaciones que ofertan esta modalidad, concluye el informe. Jon Altuna, vicerrector de la Universidad Mondragón (Gipuzkoa), universidad con el mayor número de titulaciones duales, explica que la dualidad funciona en este área porque la ingeniería tiene una gran necesidad de talento, ya que existe un déficit de perfiles concretos. Los alumnos de títulos duales llegan a la empresa con nuevos impulsos y conocimientos, y eso beneficia al empleador. “Las empresas industriales ven el retorno importante que hay”, menciona.

Explica también que en este sector existe una brecha entre lo académico y lo laboral. Entonces, al incorporar el proceso dual, los alumnos se especializan de manera temprana y se reduce esa brecha. Además, las compañías que tienen convenios para los títulos duales participan también en el desarrollo de los planes de estudios y contenidos, no solo en la tutoría del alumno.

Abril cuenta que ella siempre quiso estudiar el posgrado dual de ingeniería industrial: “Trabajar y estudiar a la vez y que te faciliten la entrada al mundo laboral hizo que me decidiera por esto”. Para ingresar a trabajar a una empresa, los alumnos de estudios duales deben presentar su currículum a cada compañía y luego esta escoge dependiendo del perfil y de las capacidades. Este año, Abril está con dos compañeros de su máster en la misma empresa.

Ella reconoce que este programa es bastante más intenso que cualquier otro máster. Por ejemplo, cuando no tiene clases (como en época de vacaciones) debe asistir igualmente al trabajo. “Somos como cualquier trabajador”, explica. Pero el esfuerzo vale la pena, pues al terminar el máster “es fácil que te contraten”, agrega. Explica que a la empresa que ha formado durante años a una persona “le interesa que esa formación se devuelva”. “Es común que los que hacemos el dual nos quedemos trabajando”, dice.

De hecho, uno de los puntos que resalta el informe es la empleabilidad de los alumnos tras graduarse. A nivel nacional los datos son muy incipientes, por lo que no se puede hacer un análisis en todo el país. Sin embargo, algunas universidades lo han hecho de manera individual. Por ejemplo, la Universidad de Mondragón tiene una tasa de empleo de sus alumnos en el 91%. Otro ejemplo que da el informe es en Alemania, donde la formación dual es parte fundamental del sistema educativo y cerca del 70% de los estudiantes consiguen trabajo en la empresa donde realizaron su formación.

Antonio Abril, presidente de la Conferencia de Consejos Sociales de las Universidades Españolas y ex secretario general de Inditex, asegura: “Se garantiza una contratación mejor”. Sostiene que es beneficioso para el alumno y para la empresa, ya que el empleador contrata a alguien que conoce y se ahorra dinero en un posible proceso de contratación fallida.

Esto sucede no solo en la Universidad, sino también en los centros de Formación Profesional. Como explica Clara Sanz, Secretaria general de Formación Profesional, en un evento de la empresa Volkswagen sobre su programa de formación dual, este modelo educativo es “una garantía contra el desempleo”, ya que tiene una educación práctica, técnica y muy específica. Tal es el caso del programa que tiene Volkswagen en España desde hace cinco años, con más de 130 institutos y por donde han pasado 1500 alumnos: tres de cada cuatro consiguen trabajo en un área relacionada a sus estudios.

El auge de la dual universitaria

La formación dual comenzó su desarrollo en la Formación Profesional hace más de una década. Sin embargo, en los últimos años ha comenzado a crecer en las universidades. La Radiografía de la formación dual universitaria en España indica que el 85% de universidades encuestadas o bien ya tiene implementada alguna titulación dual o tiene planes concretos para hacerlo. Y, al 2024, en todo España se han convertido en duales 72 grados y 51 másteres.

Los resultados de este estudio se basan en una muestra total de 60 universidades (46 públicas y 14 privadas) del total de 91 universidades existentes en España.

Los autores del informe explican que, hasta hace poco, la dual universitaria era una característica propia del País Vasco, pero ya se ha extendido por otras regiones. Un total de 11 comunidades autónomas lo tienen, siendo el País Vasco, Andalucía y Cataluña las que más destacan. “Ante las perspectivas de mayor empleabilidad y mayor grado de satisfacción del estudiantado, las universidades españolas empiezan a mostrar un gran interés por incluir la dual en su oferta formativa”, indica el informe.

Para Antonio Abril es importante que las universidades aprendan a aceptar a las empresas en los procesos de formación para que la educación dual siga creciendo. “Que las compañías vean que la universidad hace un esfuerzo para incluirlas. La cooperación de ambas partes es una asignatura pendiente de este país”, advierte. En ese sentido, los autores indican que también es necesario que se creen estructuras y sistemas unificados en las administraciones que favorezcan esta modalidad de educación, así como inversión y financiación.