La inteligencia artificial se cuela en la búsqueda de empleo: luces y sombras al usar esta herramienta para encontrar trabajo
Las nuevas generaciones acuden a ChatGPT para realizar sus currículos o preparar sus entrevistas. Utilizar la IA para conseguir un contrato también conlleva sus riesgos
No hay vuelta atrás. La irrupción de la inteligencia artificial (IA) ha sacudido las formas más tradicionales de búsqueda de empleo. Los modelos de lenguaje de gran tamaño como ChatGPT, desarrollado por la empresa estadounidense OpenAI, o Gemini, de Google, —por citar algunas— han empezado a remodelar cómo los candidatos a un puesto afrontan desde el diseño de un currículo hasta la preparación de una entrevista. Cada vez son más usuarios los que utilizan la IA para mejorar las posibilidades de firmar un contrato. Según la consultora Hays, cerca de la mitad de aspirantes a un trabajo admitieron haber utilizado ChatGPT en su proceso de solicitud durante este año. El movimiento también lo han sentido los empleadores, que han empezado a utilizar la tecnología del momento para ser más eficientes a la hora de encajar en los puestos ofrecidos los perfiles idóneos.
Corría noviembre de 2022 cuando aterrizaba en el mercado la versión comercial de ChatGPT. El mundo quedó maravillado por la capacidad de replicar, todavía con defectos, conversaciones humanas. Cerca de dos años después, la tecnología ha ido limando las deficiencias, y se ha convertido en un útil campo de entrenamiento para quienes desean tener más posibilidades en la búsqueda de empleo. Así lo explica Mathieu Palisson, director ejecutivo en la firma The Key Talent, dedicada a la asesoría laboral: “Los candidatos, principalmente las generaciones más jóvenes, están utilizando ChatGPT para averiguar cuáles son las preguntas más recurrentes en las entrevistas laborales, detectar las cualidades que las empresas demandan, así como para buscar información sobre la compañía a la que van a postular e ir así preparados a los cara a cara con los reclutadores”. Detalla que los modelos de lenguaje son capaces de arrojar información muy concreta sobre el tipo de dinámicas de reclutamiento de cada sector: más enfocadas en pruebas técnicas o con más peso en las entrevistas.
Luego está la construcción del curriculum vitae. La llegada de la IA ha supuesto un salto cualitativo en su confección. “Ahora los usuarios son capaces de tener un currículo atractivo en cuestión de minutos. Pueden retocar su foto de perfil para que parezca hecha por un profesional o resaltar las cualidades que la IA considera primordiales para el empleador”, expone el primer ejecutivo de The Key Talent.
Desde la firma de reclutamiento de personal Adecco advierten de que en la actualidad “más del 40% de los currículos que reciben los departamentos de recursos humanos no están bien confeccionados”. Además, han detectado que hay personas en riesgo de exclusión social o vulnerables que tienen dificultades a la hora de crearlos. La IA ahora permite a los candidatos presentar documentos sin faltas de ortografía y con un estilo de escritura más profesional, señala Xavier Michel, responsable de selección en la consultora ManpowerGroup. Sin embargo, esto también se puede presentar como un inconveniente para los reclutadores, matiza. “Se están estandarizando demasiado las candidaturas y cada vez los currículos se parecen más entre sí”, señala. Además, este experto advierte que es vital que los candidatos conserven una parte donde “se evidencie su personalidad, como puede ser la carta de motivación”.
Desde la consultora Hays apuntan en la misma dirección. ”Ninguna tecnología puede replicar el pensamiento crítico y el matiz humano. Al menos, aún no”, explica James Milligan, director global de tecnología de la empresa. Maya Huber, directora ejecutiva de Tatio, una compañía que ha desarrollado una aplicación para mejorar la efectividad de las empresas a la hora de reclutar talento, expone que, de hecho, el auge de aplicaciones como ChatGPT está produciendo un aumento del fraude en las postulaciones. “Los candidatos proyectan información falsa o directamente la exageran”, explica Huber quien calcula que al menos seis de cada 10 currículos contienen información falsa.
Por el lado de los reclutadores, el panorama también está cambiando rápidamente. Palisson expone que las herramientas basadas en IA permiten a los departamentos de recursos humanos una mejora en el cribado de grandes volúmenes de información. Si antes se perdían muchas horas examinando cada currículo, ahora los sistemas cargados con IA buscan las palabras clave que permiten ordenar de manera cuantitativa cuáles son los mejores candidatos. El desarrollo de las aplicaciones basadas en aprendizaje automático y redes neuronales, que son las características que nutren la IA, también facilita el trabajo de los contratadores en la fase de la entrevista. Aplicaciones como Copilot de Microsoft, pueden resumir las conversaciones con los candidatos y resaltar los aspectos clave de la reunión.
Palisson, de The Key Talent, sin embargo, observa una serie de riesgos asociados al uso de esta tecnología en la selección de talento: el que más le preocupa es el de los sesgos incluidos en los resultados que arrojan los modelos. Estos pueden generar respuestas que durante el proceso de selección favorezcan más a hombres frente a mujeres (o al revés) o a una etnia específica, por lo que considera que hay que “monitorear asiduamente todo el proceso”. Por su parte, el representante de Manpower aconseja tener cuidado con la confidencialidad de los datos que se comparten a ChatGPT, que una vez entran al programa, pasan a ser parte de las bibliotecas de información que la IA usa para seguir entrenándose.
Hay algo que la inteligencia artificial nunca podrá resolver, añade Michel, y es comunicar a los aspirantes cuál es el trabajo que mejor se adapta a sus aptitudes y a su forma de vida. “Es una tarea a la que le deben dedicar horas. Debo saber quién soy para encontrar el trabajo que me corresponde y la IA aún no puede solucionar eso”, zanja.
Distinguir el grano de la paja
La empresa Tatio ha desarrollado un simulador virtual que permite a los reclutadores proponer las tareas que los postulantes realizarían en sus trabajos con el objetivo de medir si están cualificados para el puesto que necesitan cubrir. A través de simulaciones inmersivas, los aspirantes deben ir resolviendo una serie de pruebas que arrojan una puntuación a sus habilidades y lo que obtiene la empresa que quiere contratarlos son resultados medibles que permiten un proceso más “transparente y justo”, según explica Maya Huber, directora ejecutiva de Talio. De momento, la aplicación cuenta con pruebas para sectores como la logística, las ventas o la atención al cliente. “De esta forma se puede ver mejor, objetivamente, si una persona es apta para el puesto o no”, resume la fundadora.
Y para los aspirantes a empleo, la compañía de origen suizo Adecco ha desarrollado CV Maker, una herramienta gratuita que permite a cualquier candidato elaborar un currículo personalizado en castellano e inglés utilizando la inteligencia artificial generativa y los comandos de voz. No hace falta registrarse en su página web para poder descargarla.
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