Esta empresa le paga los estudios (pero luego se quedará con parte de su sueldo)

¿Por qué hay millones de personas sin empleo y, a la vez, sectores que no son capaces de ocupar sus ofertas de trabajo? Es la pregunta que se hicieron en 2022 los emprendedores Bosco González del Valle, de 29 años, y Javier Ausín, de 28 años. Su conclusión era obvia: muchos desempleados no tienen los conocimientos especializados que el mercado busca. Para tratar de solucionarlo, idearon una empresa que financiase la formación especializada y, después, los estudiantes devolviesen su deuda a plazos cuando encontrasen trabajo. La hicieron realidad en la start-up Bcas, que en poco más de un año ha prestado cinco millones de euros a más de 1.400 estudiantes.

El actual éxito de estos jóvenes madrileños, a los que después se unió Manuel Avello, no ha sido un camino de rosas. Arrancaron la empresa en septiembre de 2021 con una idea diferente, centrados en adelantar las becas del Ministerio de Educación a los alumnos que las tenían reconocidas y estos las retornaban cuando las cobraban de la Administración —que solía ser después de arrancado el curso— junto a un pequeño porcentaje añadido. “Funcionaba, pero teníamos un problema con la morosidad y tampoco era demasiado escalable”, cuenta González del Valle. Sí les sirvió para aprender y también detectar la necesidad que había, sobre todo en el sector tecnológico, de personal especializado. En junio de 2022 cambiaron de rumbo y apostaron por lo que hoy es su modelo de negocio.

Operativa

El sistema es sencillo. Bcas se hace cargo del coste de la formación del estudiante y paga el importe del curso o máster que haya elegido el alumno. Este acude a clase y, después, tiene que devolver el dinero. Eso sí, solo lo empieza a reintegrar en el momento que accede al mercado laboral. Lo hace en cuotas del 14% de su salario, siempre que éste se sitúe por encima de los 16.000 euros anuales. Si pierde su puesto, deja de pagar hasta que encuentre otro. Y el porcentaje no cambia aunque pase el tiempo. “No hay intereses de demora ni otro tipo de cuestiones. La cantidad es fija y solo se tarda más o menos en pagarla en función de lo que cobre”, afirma González del Valle. El reembolso es superior al coste original de los estudios, diferencia que se convierte en ganancias para la compañía, que ha contado con el apoyo de Lanzadera durante un año y que cuenta con una plantilla de 23 personas.

El emprendedor explica que esta financiación busca “democratizar la educación”, pero también admite que no invierten en todas las personas que lo solicitan. Los interesados deben pasar por un proceso de análisis basado en varias cuestiones, desde aspectos financieros a formativos, así como su experiencia laboral.

La start-up ofrece financiación para cerca de 200 cursos de 60 centros —destacan Ironhack, The Bridge, The Power Business School, 4Geeks Academy o la Universidad Complutense de Madrid, aunque pronto quieren llegar también a la FP—. En su mayoría, los cursos están relacionados con el sector tecnológico en áreas como ciberseguridad, programación, inteligencia artificial o datos. La duración media suele ser de entre seis meses y un año y su coste ronda los 6.000 euros.

En 2025 esperan llegar a ser rentables y hasta que eso ocurra han pedido financiación al Fondo Europeo de Inversiones, con el que quieren dar el salto a otros países del continente. El que han podido prestar hasta ahora procede en su mayoría de una ronda de financiación que les inyectó 7,7 millones de euros. Fue la pasada primavera, cuando también contaron con el brazo inversor de Wayra. De hecho, las oficinas de Bcas se encuentran en las instalaciones de la aceleradora de Telefónica.

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